El tiempo de espera para el Mundial 2026, que se celebrará en Estados Unidos —en su mayoría— y entregando algunas sobras a Canadá y México, hace que este deporte se siga exponenciando y difundiendo de una manera más agresiva.

Los niveles de audiencia en televisión, para ver el futbol, cada vez son más altos. Este verano, por cuestiones laborales, he pasado mucho tiempo en Estados Unidos, primero por l a Copa Oro y después por la International Champions Cup , y cada vez es más común ver en canales nacionales de televisión abierta resúmenes enfocados al futbol, transmisiones y programas especializados. En la Major League Baseball deben estar preocupados, como también en la NBA, porque el futbol ha venido a desplazarlos, y ni se diga del hochey sobre hielo de la NHL.

Solamente, para la final de la Copa Oro, Univisión, Univisión Deportes Network (en español) y Fox Sports 1 (en inglés) registraron 8.8 millones de espectadores, mayor audiencia que la generada por Telemundo en la final de la Copa del Mundo Rusia 2018, entre Francia y Croacia, que fue de siete millones de televidentes.

Y no nada más partidos internacionales. El viernes llegué a Houston y me di cuenta de algo que nunca había notado o no había sucedido: un bar repleto viendo un partido de la MLS entre el Galaxy, equipo en el que juega Zlatan Ibrahimovic, y el Los Ángeles FC , en el que juega Carlos Vela; posiblemente, por el morbo que representaron las declaraciones previas, pero eso no importa, la gente estaba viendo eso pasionalmente y no el partido entre los Astros de Houston y los Rangers de Texas, que estaba en otra televisión del mismo establecimiento.

Este mercado, ya combinado entre anglosajones y latinos, la mayoría mexicanos, representa el mejor negocio y hace que Estados Unidos sea la sede del futbol en el mundo. Por eso, es natural que se juegue una copa entre Ligas: la MX contra la MLS, la cual arranca hoy, en la que seguirá la construcción de rivalidades, pero también continuará el gran negocio que representan este tipo de enfrentamientos.

No hay un país en el mundo donde el mismo día jueguen las Chivas contra el Atlético de Madrid, el Arsenal ante el Real Madrid, el Bayern Munich frente al Milan, el Cruz Azul contra el Chicago Fire y el Galaxy de Los Ángeles frente a los Xolos de Tijuana , y que todos tengan alto interés.

Solamente, el sábado en el estadio NRG de Houston, más de 60 mil aficionados pagaron boleto para ver la victoria del Bayern Munich sobre el Madrid, típico partido de pretemporada, en el que —para el segundo tiempo— cambian a todos los estelares, y aún así la gente paga de 70 a 600 dólares, en un rango de boletaje que vuelve millonarios a todos.

La Leagues Cup

, que seguro es un muy buen negocio y seguirá siéndolo a través de los años, no es una piedra en el zapato, como la Copa MX. Aquí sí hay dinero, orgullo deportivo de por medio y, aunque apenas inicia, ni Tigres, ni Cruz Azul, ni América ni Xolos, van a querer dejarla ir, por lo que representa ser humillados por un equipo de Estados Unidos.

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