Fue un partido como se esperaba: bien jugado, con emociones, con dos equipos que no especularon y eso ayudó a que la ida de esta final se convirtiera en un buen espectáculo. Sin embargo, la serie quedó marcada por los personajes que menos se esperaba que fallaran, los porteros.
Tanto Jonathan Orozco como Alfredo Talavera se equivocaron y esto provocó un gol por equipo. Algo curioso cuando estos dos clubes son dirigidos por quienes fueran grandes arqueros en el futbol mexicano ( Robert Dante Siboldi y Hernán Cristante ) y ante esto, se pudiera pensar que lo que menos tendrían sus equipos son yerros de parte de los guardametas.
Para destacar también, la personalidad que volvió a mostrar Santos para reponerse de la anotación de Luis Quiñones del Toluca, y el error de Orozco. Esto no es algo nuevo, ya que lo han hecho durante toda la Liguilla, primero en los cuartos de final ante Tigres en ese mismo estadio Corona, y después en el Azteca frente al América, cuando perdían por dos goles y parecía que se les escapaba la oportunidad de ir a la final. Esa personalidad los puede llevar al título si es que la mantienen para el duelo en el Nemesio Díez del domingo.
De parte del Toluca , el no aprovechar las primeras opciones que generó al mandar un par de remates al poste, abrió, también, la oportunidad de reacción de su rival. Rubens Sambueza volvió a ser desequilibrante, pero no encontró a algún otro miembro del equipo que le acompañara, aunque Quiñones lo intentó por algunos momentos, pero no fue suficiente para que el equipo de Cristante mantuviera la ventaja.
Tendrá que pensar bien el técnico argentino cómo enfrentar la vuelta, para no dejar espacios cuando estén en busca del empate en el global.
Lo único que empañó este buen partido de futbol, fue la manera en que algunos elementos de la banca de Santos festejaron el gol del triunfo, el de Julio Furch. Concretamente, Jonathan Rodríguez, quien se dirigió a los suplentes y cuerpo técnico del Toluca para gritarles la anotación en la cara y algunas mentadas de madre, lo que provocó los reclamos antes de llegar a la zona de vestuarios, una situación que no iba acorde a lo que se había vivido en la cancha y que César Ramos Palazuelos , quien seguramente será el árbitro en la vuelta, tendrá que tomar en cuenta para hacer un buen manejo de juego, a pesar de los encares que puedan existir durante el partido.
Ayer, el árbitro Fernando Guerrero tuvo una buena actuación y demostró por qué tuvo que haber sido designado para la vuelta, a pesar de que Ramos sea el silbante mundialista. Ojalá no se equivoque, pero tendrá un partido complicado en el que debe mostrar la personalidad que muchas otras ocasiones le ha faltado.