Es una inutilidad de discusión, una muestra del poco sentido de la realidad y de creerse mentiras, como un buen mitómano. ¿En verdad el técnico de Chivas creyó que en la conferencia de prensa previa al partido de Liga contra Pumas debía defender al Toluca y exponer una sarta de incongruencias? Alguien debería ubicarlo y hacerle entender en dónde está trabajando: en el equipo más popular y, junto con América, el más ganador del futbol mexicano.
Es una falta de respeto a una institución en la que se les deja a todos hacer lo que sea. Por eso, José Cardozo aprovechó para hablar de su querido Toluca y no profundizar en su actual equipo, que —si pierde contra Pumas— estará cerca de consumar un gran fracaso.
Seguramente, le preguntaron de la rivalidad entre Guadalajara y los universitarios, ahora que se enfrentarán este sábado. Y su defensa, o su intento por minimizar al rival, lo hizo quedar como un hombre que no sabe en dónde está parado.
Porque pudo haber contestado de manera política, pero meterse al tema de la grandeza de los equipos, hacer menos lo que ha pasado con el Club Universidad a lo largo de los años y, sobre todo, defender a los Diablos Rojos como lo hizo... Vaya que se ha equivocado. Sobre todo después de que, cuando fue técnico de los mexiquenses, no pudo pasar de semifinales y quedó marcado como uno de esos grandes futbolistas que no son capaces de ser, por lo menos, un técnico aceptable.
Y por supuesto que Toluca es un equipo serio, una institución en la que se hacen las cosas de buena manera (salvo que a veces contratan técnicos de medio pelo que no son capaces de darles títulos), pero no puede hacer menos a los Pumas, otro club serio en el que mucha gente ha trabajado y trabaja bien.
Es cierto que Toluca tiene 10 títulos de Liga, por siete de los universitarios, pero si el señor Cardozo quiere hablar de estadísticas y logros alternos a lo que sucede en la cancha, que recuerde que habló mal de una de las instituciones que más jugadores mexicanos ha producido a lo largo de la historia.
Me parece que todos los que han pasado por los Pumas, desde directivos, técnicos y jugadores, merecen ese respeto que no ha mostrado el paraguayo, a quien le hace falta alguien dentro del organigrama de las Chivas que lo ubique y lo apriete en cuanto a la pobreza de su futbol. Lamentablemente, en el Guadalajara no existe ese personaje, no hay un directivo serio, que sepa de futbol, que le ayude a este señor a no hacer y decir cosas tan disparatadas y que mejor se enfoque en su trabajo, que mucha falta le hace.
Pareciera más que Cardozo quiso bajarle el pulso a una posible derrota el sábado, la segunda ante los Pumas en su gestión, y que marcaría el fin de la racha positiva del Guadalajara en casa, y por eso ha declarado cosas sin sentido, cuando lo que debería hacer es trabajar para que su equipo mejore. De eso es de lo que debería hablar, sin justificaciones por lesiones, sin querer desviar la atención. Que sea autocrítico y diga que le falta mucho, pero mucho, para ser el técnico que la afición de su club quiere, sobre todo cuando el anterior le ha dejado la vara muy alta y ni con una escalera podrá alcanzarlo, por ahora.
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