La lista de lugares comunes cuando viene un Clásico es abrumadora. Es un juego constante para el aficionado, periodista y hasta para el resto de los personajes que están involucrados. Desde el “todo puede pasar”, hasta el “no importa la posición en la tabla”... malditos clichés que confunden en demasía a los verdaderos seguidores al futbol.
Nada de eso se debe aplicar en la edición del próximo domingo. El obligado y amplio favorito es el América, una institución en la que debería ser inadmisible sumar dos humillaciones consecutivas en casa. Porque si el marcador favoreciera a las Chivas sería un espina más a un equipo que tiene otras exigencias a la que hasta ahora ha cubierto.
Hace mucho tiempo que en el América no hay exigencias, se conforman con poco y la figura del presidente enérgico ha desaparecido. Desde su fundación, en 1916, siempre tuvieron una sola cabeza hasta que decidieron separar el control del equipo en presidencia operativa y presidencia deportiva, así que el último presidente como tal fue Yon de Luisa, quien tomó ese lugar en 2011, a la salida de Michel Bauer. Pero cuando De Luisa se fue a Televisa Deportes inició la era de los presidentes, las dos cabezas, los dos mundos.
En los tiempos del americanismo orgulloso, presumido y brillante, de verdadera gestión presidencial de disciplina y metas claras, las humillaciones tenían costo y se pagaban caro. Por eso, el que tiene mucho que perder el domingo es el América, porque una derrota ante las Chivas, lugar 10, no es opción.
El América es el número dos de la tabla, con seis puntos de ventaja sobre el Guadalajara y una notable diferencia tanto en goles anotados (20 por 14) como recibidos (11 por 13), así que en caso de una victoria americanista no se movería, sería hasta normal, porque de hecho, ese es el resultado pronosticado por las casas de apuesta.
Otro punto favorable al América es su invicto en el Azteca (tres victorias y un empate), y por supuesto que también las diferencias en cuanto a la conformación del plantel son abismales —la actual plantilla americanista esta tasada en poco más de 70 millones de dólares, mientras que la de su rival, en 42.1 mdd, es decir, la nómina de las Chivas solamente representa 60% del valor de su adversario—, aunque MIGUEL HERRERA culpe a los jóvenes, que él trajo, de las derrotas.
Más obligados aún, para inclinar la balanza a su favor en el histórico de enfrentamientos de Liga en el Estadio Azteca, ya que de los últimos cinco partidos disputados, América ha ganado dos y empatado uno. Una victoria el domingo, los pondría por encima del Guadalajara en esos duelos.
Lugares comunes puede haber infinidad, pero a todos esos que los utilizan y confunden a la gente ante el poco valor de dar un pronóstico como debe ser, con todos los argumentos, se les olvida que este América, bajo las actuales circunstancias de ambos equipos, es el obligado a ganar.
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