Demostró la Concacaf que ha cambiado. En su Congreso 33, celebrado en Moscú , enseñó al mundo que es una organización distinta, con apertura, democracia y hasta sentido humanitario.
El tema que nos ocupó fue saber cómo presentaría internamente la sede para el Mundial 2026 , y lo hizo de una manera muy correcta, abierta y con datos que son contundentes para la consecución de votos.
Fueron muy explícitos cuando se trató el tema de los “países de mierda”, definidos así por Donald Trump , al referirse a algunos de las islas caribeñas y de Centroamérica , explicando que las federaciones de futbol nada tienen que ver con los gobiernos, ni con la diplomacia de éstos, y que el apoyo será en bloque; es decir, la candidatura de Estados Unidos, Canadá y México ya tiene asegurados 41 votos, y no 35, como dio a entender un mañoso y exagerado presidente del comité organizador de la candidatura de Marruecos, Moncef Belkhayat , quien ante cada uno de los presidentes de las federaciones que componen la Concacaf , lanzó un reto directo, pero mentiroso, al decir que había muchos que no apoyarían en su propia confederación a la candidatura tripartita.
Mientras Marruecos presume, en su presentación, que el Mundial se jugaría en ciudades con un radio no mayor a 550 kilómetros, Estados Unidos, México y Canadá , le aseguran a la FIFA una ganancia de 11 mil millones de dólares . Contra eso, ni la defensa de la mejor selección italiana de todos los tiempos tiene armas.
Marruecos
dice que tiene las fronteras abiertas, pero Norteamérica reitera que para 2026, Donald Trump no existirá en el poder, por lo que esa imagen deleznable que ha dado, no es motivo de preocupación para conseguir una millonaria sede, que estaría lista —incluso antes que Rusia— para iniciar.
Por eso, la Concacaf ha cambiado, porque hay unión, y aunque siguen existiendo momentos arcaicos como para la elección de puestos clave y ejecutivos por aclamación popular; vaya, como si fuera el aplausómetro, hoy sí se ve una renovada y atractiva confederación, que tiene a tres países todopoderosos en infraestructura y dinero, y a 38 más que son una comparsa y se han rendido ante la gigantesca infaestructura norteamericana. Por eso, hoy más que nunca, el control ha regresado al lugar del que nunca debió haber salido.
El precio para México también fue regresar a la Copa Libertadores , porque al solicitar los 10 votos de la Conmebol , los sudamericanos pidieron a cambio equipos mexicanos en el certamen continental.