Cuando un equipo vende a dos futbolistas en menos de seis meses por más de 30 millones de dólares, se esperaría que llene esas bajas con elementos de la misma calidad o mayor, al fin que tiene el dinero para hacerlo.
Pero en el América no fue así, prefirieron apostar por más jóvenes mexicanos, sin gran cartel, pero sí con el objetivo de prepararlos, para hacerlos buenos suplentes y por qué no, tomar el puesto titular tarde que temprano.
La salida de Diego Lainez la cubrieron con Nicolás Benedetti, futbolista colombiano que se espera despunte en este torneo, porque en el anterior solamente mostró algunos chispazos tras lesionarse. Pero en el caso de Edson Álvarez y con el tiempo que les ha dado el verano en una larga ventana de fichajes, han aprovechado y fueron por Rubén González y Leonel López , dos mediocampistas de contención que para nada son mediáticos y no venden camisetas.
El primero, el llamado Oso, tiene un grave defecto para el americanismo puro: es de las fuerzas básicas de Chivas aunque gracias a la inactividad y a las grandes ideas revolucionarias de su exCEO, pasó mucho tiempo en Coras y Zacatepec, equipos que se podrían catalogar como filiales en la época de José Luis Higuera . Lo rescata Necaxa en 2019 y hace un buen torneo, el pasado, al ser titular en 15 partidos, pero lo mejor, un promedio de recuperación de balón de 9.48 balones por juego, una cifra alta si tomamos en consideración que el mejor jugador de la temporada anterior, su ahora compañero Guido Rodríguez , generó, en este rubro, una media de 9.58 balones recuperados por duelo.
Otro mediocampista de contención que llega a préstamo a Coapa es Leonel López, surgido de las fuerzas básicas del León y que Toluca adquirió en poco menos de dos millones de dólares. Ya pasaron dos años de su mejor torneo, cuando en León sumó 815 minutos, producto de 12 partidos, de los cuales nueve fueron como titular. A este futbolista lo detectaron de la Tercera División , del equipo de Yurécaro.
El América apuesta por hacer un plantel que tenga a dos elementos por posición, es decir completa el esquema ideal de un armado perfecto, aunque debe ser cuestionado que después de vender dos jugadores a altas cantidades, ambos surgidos de las fuerzas básicas, deben ir a otro equipo a encontrar mediocampistas de contención y no echar mano de los que hoy están bajo el mando de Guillermo Huerta en el Sub-20. Tal vez no estén del todo preparados y por eso prefieren contar con reservas de probada calidad.
Esa solidez en el plantel del América lo pone como el candidato número uno al título, responsabilidad que Miguel Herrera sabe que debe cumplir. El quedarse varado en semifinales el torneo anterior es una espina clavada en sus directivos, que esperaban el bicampeonato, algo que hace muchas décadas no consigue el equipo y que se desaprovechó cuando tenían todo para lograrlo.
En un verano de pocas o prácticamente nulas contrataciones mediáticas, mantener un plantel como lo ha hecho Santiago Baños, habla de que la inteligencia deportiva funciona, pese a presiones de la prensa y de aficionados inconformes.
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