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Dos reales novedades en la prueba contra Bosnia: Víctor Guzmán y Jonathan González, quien tiene una historia de espanto, abusos y mentiras de la Federación de Estados Unidos. Hérculez Gómez, ex jugador del Puebla y Santos, ahora crítico y analista en ESPN, explicó lo que se puede considerar hasta bullying por parte de Thomas Rongen, jefe de detección de talentos de las selecciones de ese país.
En el podcast que tienen Gómez y Max Bretos, Hérculez explica abusos sobre el ahora seleccionado mexicano y una falta de profesionalismo evidente de la US Soccer, de acuerdo con el testimonio del padre de Jonathan.
Rongen declaró a CBS Sports, cuando se conoció la decisión de Jonathan de jugar por México, que él había visitado personalmente tres veces al jugador y que estaba conectado con frecuencia con la familia. El padre de Jonathan confirmó que Rongen nunca los visitó, ni habló con ellos; así se construye la primera mentira de este funcionario. Pocos días después de esa desafortunada declaración, Rongen le dijo a Hérculez que el padre de Jonathan le había dicho la verdad.
Lo que causó enfurecimiento en la familia González fue que el directivo hiciera creer a la opinión pública que el “malo de la película” fue el jugador y no la evidente negligencia en sus labores.
Gómez también dice que hubo “mentalidad bullying” o acoso de la US Soccer sobre el jugador, ya que cuando Jonathan tenía 14 años le llamó Richie Williams (en esa época DT de la selección Sub-17 de Estados Unidos) y le ofreció un lugar en el programa de residencia en una academia selecta en Florida. El padre le dijo que querían tiempo para pensar, pero Williams le aseguró que “tenían 10 minutos para decidir”. Lenguaje y presión impropios para un adolescente, y es por esto que no convocaron a Jonathan al Mundial Sub-17; es decir, le cobraron que no decidiera en esos malditos 10 minutos.
Pero esto no para ahí. Tab Ramos, entrenador de la Sub-20 de Estados Unidos, nunca le habló. Fue ahí cuando intervino la US Soccer y lo convocó para disputar el Campeonato Sub-20 de la Concacaf. Ramos ni se le acercó; vaya, ni le miraba la cara. Por ende, nunca fue titular. Quien sí tuvo la decencia de comunicarse con él fue Bruce Arena. Le envió un email muy ambiguo, donde le aseguraba que estaba en el radar de la selección, pero nunca fue convocado.
El 29 de diciembre, Jonathan y sus padres fueron a cenar con Dennis te Kloese y éste les presentó un plan detallado; durante la comida, le puso en el teléfono a Juan Carlos Osorio, quien estaba en Colombia. No le prometió un lugar en la Selección, pero sí le dijo “que tenía que ganarse el puesto en la cancha”.
El padre le confirmó a Hérculez que NADIE de la FMF le ofreció un céntimo.
Un muy buen trabajo de la Dirección de Selecciones Nacionales: hablar, explicar y sobre todo ser claro con un jugador que aún no demuestra nada, que ojalá no pierda el piso y tenga un desarrollo óptimo, porque la educación no se compra, se mama.