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La Liga MX merece el respeto de quienes la conforman y viven de ella, porque gracias a la trascendencia y lo mediática que es, se generan grandes contratos por derechos de transmisión y patrocinios para los equipos. No hay un solo conjunto, de los 18 que conforman la Primera División, que pueda negar que debido a la penetración que tiene en el mercado mexicano y estadounidense, gane millones de dólares y se permita tener estructuras sólidas, tanto futbolística como empresarial.
Por eso, resulta inentendible que el Guadalajara haya desperdiciado un partido, como lo hizo contra los Tiburones Rojos del Veracruz, que le haya faltado el respeto a la Liga que le da de comer y guardara a todos sus estelares para un torneo que lo único que le puede dar es el orgullo de no tener uno de sus peores años en la historia reciente.
No es el hecho de jugar con siete futbolistas de 22 años de edad o menos, si es que fuera realmente el proyecto de Matías Almeyda, pero como no lo es, los aficionados se sintieron timados al ver que —aún teniendo posibilidades, remotas pero posibilidades, de clasificar a la Liguilla— hayan tirado a la basura un partido que, ante la necesidad del rival, era muy complejo sacar los tres puntos con ese cuadro titular que puso el entrenador argentino. Los únicos elementos con mayor edad fueron el portero Miguel Jiménez, Isaac Brizuela (quien jugó como lateral derecho), el defensa central Jair Pereira y el delantero Alan Pulido.
Televisa paga muchos millones de dólares por las transmisiones del Guadalajara, a través de su canal TDN. Aproximadamente, 25 millones anuales, según datos que han trascendido, para ver que cuando viene el mejor negocio, que es la Liguilla, el equipo no meta ni las manos para intentar clasificar, mientras que sí lo hará en un torneo que la empresa que le paga sus derechos de transmisión ni siquiera lo pasa, además de que el único premio que entrega es ir a un incómodo Mundial de Clubes.
El Guadalajara actuó como equipo chico, cuando su grandeza es la que se presume cada día, porque hoy, a falta de tres partidos, lo más que puede hacer en la liga son 24 puntos, cantidad que no te asegura un sitio en la Liguilla; de hecho, solamente seis equipos han ingresado a la fase final con esa cantidad en 13 torneos, desde que se eliminaron los grupos (Apertura 2011); otros tres lo hicieron con 23, pero no más. Es decir, de 104 clubes que han clasificado a la Liguilla desde ese entonces, 95 hicieron una cantidad mayor, ya inalcanzable para estas Chivas.
Es imposible reglamentar este tipo de situaciones, pero sin duda, la calidad moral debería estar por encima de todo e intentar trascender en cualquier competencia, sobre todo en donde recoges los recursos económicos que te sacan adelante.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx
La Liga MX merece el respeto de quienes la conforman y viven de ella, porque gracias a la trascendencia y lo mediática que es, se generan grandes contratos por derechos de transmisión y patrocinios para los equipos. No hay un solo conjunto, de los 18 que conforman la Primera División, que pueda negar que debido a la penetración que tiene en el mercado mexicano y estadounidense, gane millones de dólares y se permita tener estructuras sólidas, tanto futbolística como empresarial.
Por eso, resulta inentendible que el Guadalajara haya desperdiciado un partido, como lo hizo contra los Tiburones Rojos del Veracruz, que le haya faltado el respeto a la Liga que le da de comer y guardara a todos sus estelares para un torneo que lo único que le puede dar es el orgullo de no tener uno de sus peores años en la historia reciente.
No es el hecho de jugar con siete futbolistas de 22 años de edad o menos, si es que fuera realmente el proyecto de Matías Almeyda, pero como no lo es, los aficionados se sintieron timados al ver que —aún teniendo posibilidades, remotas pero posibilidades, de clasificar a la Liguilla— hayan tirado a la basura un partido que, ante la necesidad del rival, era muy complejo sacar los tres puntos con ese cuadro titular que puso el entrenador argentino. Los únicos elementos con mayor edad fueron el portero Miguel Jiménez, Isaac Brizuela (quien jugó como lateral derecho), el defensa central Jair Pereira y el delantero Alan Pulido.
Televisa paga muchos millones de dólares por las transmisiones del Guadalajara, a través de su canal TDN. Aproximadamente, 25 millones anuales, según datos que han trascendido, para ver que cuando viene el mejor negocio, que es la Liguilla, el equipo no meta ni las manos para intentar clasificar, mientras que sí lo hará en un torneo que la empresa que le paga sus derechos de transmisión ni siquiera lo pasa, además de que el único premio que entrega es ir a un incómodo Mundial de Clubes.
El Guadalajara actuó como equipo chico, cuando su grandeza es la que se presume cada día, porque hoy, a falta de tres partidos, lo más que puede hacer en la liga son 24 puntos, cantidad que no te asegura un sitio en la Liguilla; de hecho, solamente seis equipos han ingresado a la fase final con esa cantidad en 13 torneos, desde que se eliminaron los grupos (Apertura 2011); otros tres lo hicieron con 23, pero no más. Es decir, de 104 clubes que han clasificado a la Liguilla desde ese entonces, 95 hicieron una cantidad mayor, ya inalcanzable para estas Chivas.
Es imposible reglamentar este tipo de situaciones, pero sin duda, la calidad moral debería estar por encima de todo e intentar trascender en cualquier competencia, sobre todo en donde recoges los recursos económicos que te sacan adelante.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx