América

está acostumbrado a ganar finales; solamente ha perdido cinco de las 17 que ha disputado, pero una de esas fue contra Tigres , equipo que le quitó el protagonismo económico en la Primera División.

Las rivalidades más marcadas del América se dan por razones contundentes. En el caso de Chivas, siempre será porque en antaño eran los pobres contra los ricos, los mexicanos contra los extranjeros, los capitalinos contra los provincianos; es decir, historias dignas de una telenovela de Ernesto Alonso.

Con Cruz Azul fue distinto, un equipo que se mudó de Hidalgo y que siendo el más joven en el circuito le gana una final, y además domina plenamente la década de los setenta, por eso Cruz Azul y América construyeron su fuerte rivalidad que hasta ahora continúa.

Con Pumas es una cuestión más profunda, y mucho se debe a que América nació por la fusión de colegios católicos, maristas y jesuitas, mientras que la autonomía de la UNAM marcaba otra tendencia educativa.

Pero se acrecienta por la final del torneo 1984-85, en la que al terminar empatados en el global se fueron a un partido de desempate en Querétaro , donde se vivió uno de los peores arbitrajes de la historia de las finales: Joaquín Urrea favoreció descaradamente al América y ahí se construyó una fuerte rivalidad, la más intensa de nuestro futbol.

Pero ahora debería ser Tigres el rival que marcara la nueva etapa en clásicos en nuestro país. Ya no es la historia de la cenicienta en búsqueda de su príncipe azul, ni tampoco de las diferencias entre ricos y pobres. Se trata de los equipos más poderosos de la Liga junto con los Rayados y sin duda los más ganadores de la última década.

Su poderío económico los sitúa como el segundo y tercer equipos más costoso de la liga, América con valor de aproximadamente 82 millones y medio de dólares, y Tigres de 80 millones y medio de dólares.

Si a esas cantidades le quitamos el símbolo de dólar y lo trasladamos a pesos, entonces el América tiene un valor en el mercado de mil 597 millones de pesos y Tigres mil 555 millones de pesos… nada mal para una liga que debe encontrar en este tipo de equipo el real poderío.

Todo está para que Tigres salga de su burbuja regia, en la que parece no trascender, pese a ganar títulos y a contratar a los mejores jugadores de México, Sudamérica y hasta de Europa, como fue en el caso de André-Pierre Gignac, el mejor extranjero que ha venido a nuestro país por encima de Carlos Reinoso, Cabinho o quien quieran poner los románticos en la lista.

Tigres además tiene a Ricardo Ferretti. Un personaje que le ha ganado dos de esas finales perdidas al América . Una como jugador, con los Pumas , y la otra como técnico, cuando no hace mucho derrotó a Ricardo La Volpe. Si a ese ingrediente se le añade el de Miguel Herrera –quien le gana todos los partidos a los otros clubes de los llamados clásicos—, se pueden tener una mayor rivalidad y pasión entre estos dos equipos, que sin la necesidad de caer en la maldita violencia, los pueden catapultar como el nuevo clásico que necesita el futbol mexicano.

@gvlo2008

gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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