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Grandioso que la Concacaf abra un torneo para que todas las selecciones del área tengan actividad, para intentar fortalecer a las islas caribeñas, a las que les hacen falta competencias serias como a algunos de Centroamérica, que sólo se exigen en las eliminatorias para el Mundial , pero esto ya es un abuso para el futbol mexicano.
La llamada Liga de Naciones lo único que hará es aumentar la actividad de una selección que ya no necesita más partidos intrascendentes. En 2019, la Selección Mexicana jugará un mínimo de 14 partidos, no podrá ir a la Copa América de Brasil ni con equipo alternativo porque se juntan las fechas con la Copa Oro y tendrá un año lleno de rivales de Concacaf, algo que no es digno de presumir.
Hagamos cuentas. La Federación Mexicana de Futbol tiene un contrato con Soccer United Marketing (SUM) que contempla cinco partidos en Estados Unidos, a lo que se suma la Copa Oro, en la que si la lógica impera, llega a la final y disputará otros seis partidos en territorio estadounidense; y ahora con la Liga de Naciones otros tres, mínimo; demasiada actividad y con muchos candados para jugar en Fecha FIFA, ya que Europa hará su propia copa regional e impedirá que viajen u organicen partidos contra rivales de otras latitudes.
Es decir, más partidos, pero con menor calidad. Las fechas FIFA se utilizarán para que Concacaf haga negocio y no la Federación Mexicana de Futbol, además que competitivamente nunca será lo mismo jugar contra Honduras, Canadá, El Salvador o Guyana que contra Brasil, Argentina o Croacia. Pésimo negocio en lo económico y en lo deportivo.
La opción que tendrá con SUM es organizar en una sola fecha FIFA del año un partido contra una selección con sus jugadores estelares, la del primer trimestre del año, los demás serán en medio de la Liga y sin rivales de jerarquía, porque por más que contraten a una potencia no acudirá con titulares, al no ser de las fechas marcadas para tal efecto.
Juntar las fechas de las copas Oro y América lo único que hará es que en Sudamérica se adapten a un torneo con selecciones de Conmebol y Concacaf cada cuatro años, es decir, en Brasil 2019 no habrá equipos de Norteamérica ni del Caribe, pero sí existe la amplia posibilidad de que en 2020 se realice una copa en EU al estilo la Copa América Centenario. Así cada verano verán los gringos o Copa Oro o Copa América; claro, sin contar el año del Mundial. Un reverendo exceso.
Los torneos de Concacaf no son un buen negocio para la Femexfut, siempre se han quejado tras bambalinas que los recursos no son los mismos que al vender ellos los partidos —como con SUM—, por eso al ver esta composición de partidos lo único que se le puede pedir a Decio de María en una de sus últimas negociaciones es que por lo menos hayan cobrado muchos millones de dólares y que no sea la Selección Nacional la explotada injusta e inmisericordemente del área.
