El 30 de octubre de 2002, después de adquirir 190 certificados de propiedad del Guadalajara e invertir 260 millones de dólares , Jorge Vergara apareció en el futbol mexicano. Son 15 años en los que ha vivido de todo, pero nunca ha pasado desapercibido, porque en el club las cosas cambiaron con él; para bien, para mal, menos para ser intrascendentes.
Cuando llegó prometió ser el mejor equipo de México , quitar la publicidad en la camiseta, apostarle a las fuerzas básicas, darle continuidad a los proyectos, y hasta convertirse en el mejor club del mundo en 10 años. Ya son 15 y solamente ha ganado dos títulos de Liga y dos de Copa , en 30 torneos. Han pasado 21 entrenadores, 17 vicepresidentes o directores deportivos y logró colocar a 10 jugadores en el futbol europeo , contando a Carlos Peña y Carlos Salcedo, quienes no precisamente son productos hechos en las Chivas.
Vergara le hace bien al futbol, porque —más allá del personaje polémico— es un visionario. Construyó el mejor estadio del país, cuando peor nivel tenía su equipo, se las arreglaba para que se hablara de éste en los diarios, tiene un grupo de mercadotecnia maravilloso e inteligente. Se le extraña en el ambiente futbolístico, porque no son lo mismo las copias baratas surgidas de sus oficinas que su presencia lanzando declaraciones hirientes para algunos, pero de alto disfrute para otros.
Este equipo es distinto con Vergara. Se atrevió a desafiar a su propia barra impidiendo el acceso al estadio, porque una tarde protagonizó un pleito que reprobó, como lo deberían hacer todos los dueños. También contrató a Johan Cruyff , pese a las críticas.
En estos 15 años, vivió episodios negros al tratar de expandirse, adquiriendo al Saprissa de Costa Rica y poco después a Chivas USA de la MLS; en ambos casos, fracasó.
Es el dueño que desafió a Televisa al crear Chivas TV para presionar y lograr un mejor contrato de televisión. Es un gran personaje, necesario en el deporte mexicano por lo que representa, por su carácter y su franqueza.
Se le extraña ahora, como se le extrañó cuando desapareció durante su fallido matrimonio con Angélica Fuentes. Se extraña también escuchar declaraciones como aquella en la que prepararía una delegación para los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 , porque en sus planes estaba la construcción de un centro de alto rendimiento. Una buena idea, pero no concretada.
En el Clausura 2008 ordenó que registraran a Salvador Reyes como jugador activo. Un emotivo homenaje, emocionante. Chava saltó como titular contra los Pumas en la Jornada 1 y sólo estuvo un minuto en el campo, al ser sustituido por Omar Bravo .
Ganador o no, Jorge Vergara le ha dado al futbol lo que necesita: retos, burlas, arrogancia, simpatía, campeonatos, infraestructura. Nadie puede negar que ha intentado de todo para que su equipo sea ganador, mediático y que siempre esté en boca de todos. Es por eso que se le extraña, se le extraña mucho.