Independientemente de la doble moral con la que se maneja la NFL en temas tan delicados como la salud de sus jugadores y el trabajo de los réferis, no se puede dejar de reconocer que lo que se genera en los domingos del Super Bowl es una barbaridad de dinero, que lo hace uno de los eventos deportivos más rentables de la actualidad.
Por supuesto que nunca estará a la altura de un Mundial de Futbol al tratarse de un solo día, pero mueve cientos de millones de dólares de diferentes formas; la principal, producto del costo de los anuncios en televisión.
El Super Bowl es transmitido en 180 países —en 25 idiomas—, en los que las ganancias para aquellos que tienen los derechos son exorbitantes.
Si hablamos de lo que se genera en Estados Unidos : por un anuncio de 30 segundos, las marcas pagan entre cinco y siete millones de dólares; el año pasado, el Super Bowl entre Filadelfia y Nueva Inglaterra generó cerca de 410 mdd en los 49 minutos de tiempo publicitario que tuvo. Esto según las agencias especializadas, que para este 2019 esperan que esta cifra se rebase.
Estas cantidades han variado en los últimos años, ya que mientras en 2016 estuvieron cerca de los 450 mdd, un año antes fue de 415 mdd. Las que gastan más son las marcas de cerveza, de autos y, aunque no lo crea, farmacéuticas.
Pero el dinero alrededor de este juego no sólo se mueve en cuestiones de publicidad. El tema de las apuestas también llama la atención, ya que tan sólo en Estados Unidos , en el SB LII , se registraron cerca de cinco mil mdd en concepto de apuestas.
El último Super Bowl, en el que Eagles venció a Patriots en el U.S. Bank Stadium de Minneapolis , tuvo una audiencia cercana a los 110 millones de personas en Estados Unidos , además de otros 100 millones alrededor del mundo. Esto se traduce en dinero y más dinero para una Liga que sabe sacarle provecho a todos los recursos con los que cuenta, aunque después en el reparto no parezca pareja.
En otro dato que deja grandes ganancias, aunque no tiene que ver directamente con la Liga, la reventa vuelve a jugar un papel importante entre los aficionados de Estados Unidos y de cualquier parte del mundo que quieran asistir a este partido.
Los costos originales para una entrada van de los 900 a los cinco mil dólares, pero en la reventa pueden alcanzar hasta 30 mil dólares, lo cual es una exageración, aunque hay personas que pagan estas cantidades para estar presentes y en algunas ocasiones ni maldita idea tienen del deporte que están presenciando, pero suben sus fotografías dentro del estadio a redes sociales para sentirse importantes un día en el año.
En lo que respecta a México, se trata del segundo mercado más importante para la NFL . De ahí que quieran mantener una relación sana con el nuevo Gobierno, en busca de renovar el contrato de los juegos en la Ciudad de México , sin importar la cancelación del partido entre Chiefs y Rams.
Estudios revelan que aproximadamente hay 25 millones de aficionados en nuestro país, que generan una gran audiencia; por ejemplo, el año pasado en televisión abierta, TV Azteca tuvo 8.3 puntos mientras que Televisa 5.6, lo que también representa una importante derrama económica.
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