Más Información
Osiel Cárdenas, exlíder del Cártel del Golfo, recibe auto de formal prisión; enfrentará juicio por homicidio
Jóvenes mexicanos pasan más de 2 mil horas al año en el teléfono; OCDE alerta sobre su impacto en la salud mental
Sergio Gutiérrez Luna destaca aprobación de 25 reformas en la 66 Legislatura; "Un logro histórico para la 4T", señala
Secretario de Agricultura reafirma defensa del maíz blanco; "Seguiremos apoyando la producción nacional no transgénica", afirma
¿Maíz transgénero? Rubén Rocha corrige desliz durante discurso en Sinaloa; destaca importancia del maíz blanco
Sheinbaum asegura apoyo total a Sinaloa para enfrentar violencia; "Nunca los vamos a dejar solos, aquí está la presidenta"
Antes de la noche del sábado, pocos sabían quién era. Es más, si lo veían en una imagen, pensarían que es todo menos boxeador profesional de los pesos pesados, pero es en este momento el hombre más popular del deporte mexicano.
Andrés Ponce Ruiz Jr.
nació en Valle Imperial, California, hace 29 años, pero toda su infancia y buena parte de su vida han sido en el lugar de donde son sus raíces: Mexicali, Baja California.
Tras algunos intentos en el boxeo amateur, en el que no logró clasificar a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, se fue al profesionalismo, en una categoría en la que el boxeador mexicano nunca destaca: la de los pesos pesados, en la que no hay más para arriba, la reina de todas, en la que suelen otorgar las mejores bolsas, la que popularizaron Muhammad Ali, Joe Frazier, George Foreman, Mike Tyson y Evander Holyfield , entre muchos más. Solamente ha perdido una pelea de 34 disputadas, en la que precisamente buscaba el título de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), contra el neozelandés Joseph Parker.
Andy Ruiz,
boxeador que parece pasado de peso y que ha sido objeto de críticas, burlas, bulliyng, antenoche pasó a la inmortalidad del deporte mexicano; eso sí, debe mejorar sus contratos inmediatamente, porque el sábado —por la pelea realizada en el mítico Madison Square Garden de Nueva York— solamente se llevó tres millones de dólares, que —comparados con los 20 millones que le dieron al británico Anthony Joshua perdiendo— es una miserable bolsa para quien tuvo al filo de su asiento a las millones de personas que vieron el inesperado combate por la televisión.
Aún lejos de las grandes bolsas, ningún promotor creía en él. Hoy será un imán más poderoso para generar recursos incluso que Saúl Canelo Álvarez, porque —por si fuera poco el título mundial— tiene un carisma que puede llevarlo a ser un ídolo de los aficionados a este deporte.
En una entrevista publicada por EL UNIVERSAL Deportes justo el día del histórico combate frente a Joshua, Ruiz aseguró que “sé que me veo gordito, pero le pido a la gente que me apoye, porque ningún mexicano ha sido campeón de peso completo”. Palabras que reflejan lo consciente que estaba de la imagen que puede dar, pero también afirmó que “lucharé por ganar”. Y lo logró.
El boxeo necesita figuras, y Andy es una, tiene todas las características que se necesitan. Si bien, ahora es el momento de su explotación comercial, debe aprovecharlo y sacarle jugo a todo lo que venga. Su contrato estipulaba que debe otorgarle la revancha a Joshua, pero este carismático hombre se ha ganado el derecho de hacerlo bajo sus condiciones. A final de cuentas, es el poseedor los cinturones de peso completo de la OMB, la FIB y la AMB. Sólo le falta el CMB, cuyo actual monarca es el estadounidense Deontay Wilder.
El sábado se habló más y se vio más el boxeo que la final de la Champions League entre los clubes ingleses Tottenham Hotspur y Liverpool, lo cual, para un país futbolero como el nuestro, es un éxito para Ruiz y su grupo de trabajo. Es momento de explotar lo que vivió en el Madison Square Garden, porque es algo que pocos tienen el privilegio de vivir.
@gvlo2008