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Rusia merece un reconocimiento
, su gente, por el ímpetu con el que han organizado esta señalada Copa del Mundo , rodeada de corrupción cuando fue elegida como sede. Los millones de rusos que saltaron, gritaron y celebraron cuando Iago Aspas falló el quinto penalti de la dramática serie, deben seguir así, porque ayer, en el majestuoso estadio Luzhniki se vivió el momento más importante en la historia de su futbol.
Es un país dominante en el deporte, desde la era de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas , hasta nuestros días, pero no en el futbol; ahí nunca eran parte de la elite, donde se ubican ahora, dentro de los ocho mejores del mundo , y eso —sin jugar al futbol— solamente con corazón, ímpetu y solidaridad en el campo. Nadie le quita lo burdo al equipo de Stanislav Cherchésov, pero dio una cátedra de intensidad para contrarrestar sus carencias futbolísticas.
El fin de semana de la renovación mundial. Fuera Argentina, España, Portugal, y sumemos a Alemania, además de Holanda e Italia, que ni siquiera llegaron al Mundial . Es la nueva Europa la que domina en Rusia.
El local dio una demostración de cómo puede un equipo rústico ganarle a una potencia, porque aunque España no tuvo ideas frescas durante 120 minutos y su monotonía fue de desesperar a cualquiera, la fortaleza mental de los rusos debería ser adoptada por los mexicanos para enfrentar hoy a Brasil.
La selección de Rusia no tiene coaching
, sus jugadores no se pintan el cabello; están mentalizados para luchar en el campo, no a tratar de destacar uno sobre el otro . No hay escándalos. Son deportistas de bajo perfil y la mayoría juega en clubes modestos de Europa, así es que no quieren llamar la atención con cabellos pintados, culpando a medios de comunicación o lanzando frases en redes sociales. Ellos tienen como objetivo destacarse en el deporte que les apasiona, sin poses.
Y así como se renueva Europa en selecciones , también lo hace el mundo del futbol con las figuras individuales. Una Copa del Mundo marcada hasta ahora por Kane, Lukaku y Mbappé, no por Iniesta, Messi, Ronaldo. Falta que entren en escena Neymar y el talentoso equipo brasileño, pero ese refresco en figuras le debe hacer muy bien al futbol y a las marcas que patrocinan a este bello y apasionante deporte.
Rusia celebra estar en el quinto partido , el que hoy tiene la obligación de encontrar la Selección Mexicana. Todo lo demás será sumar un descalabro , un fracaso más en los objetivos históricos de un futbol en el que, si no se da el paso a cuartos de final , seguirá estancado por más de 25 años.
