Relajados, como si esta noche no hubiera nada en juego. Así está la Selección Mexicana en San José. Vive un momento atípico en eliminatoria mundialista, con la clasificación prematura que tanto se les había complicado en los últimos torneos regionales. No había relajamiento de esta categoría desde 1997, cuando Bora Milutinovic consiguió en 7 partidos el boleto al Mundial de Francia o cuando Ricardo La Volpe lo hizo en 8 partidos eliminatorios para ir a Alemania 2006.
Juan Carlos Osorio obtuvo el pase a Rusia en 7 partidos, pero eso sí, envuelto en un eterno debate hoy llamado alternativas tácticas. “Estamos en una democracia y el futbol es un deporte sumamente subjetivo. Cada uno tiene todo el derecho de tener una opinión y manifestarla, mientras sea genuino, lo demás pasa a segundo plano”, dijo el colombiano en la sala de conferencias del estadio Nacional de San José, sacándose de encima todas la críticas sobre su sistema de trabajo. Hoy Osorio está fuerte mental y físicamente, prepara el futuro inmediato en el entendido que para los dos últimos partidos eliminatorios debe llevar a lo mejor que tiene, no desperdiciar los tiempos. Honduras y Trinidad deben ser el inicio de la pretemporada a Rusia, claro aprovechando igualmente la fecha FIFA de noviembre e intentar jugar contra equipos de primera categoría, ya sea en Europa, en Asia o Sudamérica, no a moleros estadounidenses fuera del contrato con SUM.
Los objetivos inmediatos de Osorio deben ser: terminar invicto el hexagonal (sólo Bora lo ha hecho), ser líder de la eliminatoria al finalizar, porque aunque parezca mentira, la Selección no domina el área desde 2006. Tercero, terminar como el equipo mexicano con más puntos ganados en la historia, le faltan 6 de los 9 en disputa, por lo que tener una mala noche sería un duro golpe.
Olvidemos el eterno lugar común de ser o no el Gigante de Concacaf, pero para el futbol mexicano terminar por debajo de Costa Rica en esta eliminatoria sería catastrófico, sobre todo cuando se observa hacia arriba a un equipo que sí llegó al quinto partido en el pasado mundial. Es decir, un país que tiene una liga semi amateur —lo comprobamos yendo al Universidad de Costa Rica vs. Herediano en el estadio Cuty Monge—. Por eso está prohibido perder en San José, hay mucho más en juego que tres puntos; es mantener una posición que se le alejó a la Selección en el pasado por soberbia.
Costa Rica hizo un estupendo partido contra Estados Unidos y repetir eso es lo que esperan los más de 38 mil aficionados que llenarán las tribunas hoy. Los ticos son un equipo serio, con ambición y con todos los elementos que se le indigestan al equipo mexicano, que debe estar consciente de que con la clasificación a Rusia no se ha ganado nada aún, más que el derecho de viajar a ese país, que hay pruebas constantes, y esta noche, tiene la más compleja en el área.