Qué inutilidad, pero sobre todo qué protagonismo excesivo de un grupo de directivos del futbol mexicano que acudieron hace algunas semanas a la Federación Mexicana de Futbol a exigirle a Juan Carlos Osorio que no hiciera más rotaciones y que dejara a los jugadores en sus posiciones donde más están acostumbrados a jugar. Su primer fracaso fue llegar a Metepec y no ver al timonel nacional en la junta, simplemente el colombiano los ignoró.
Segunda patada al orgullo será a partir de este viernes, en donde Osorio hará lo que se le pegue la gana, porque nadie, absolutamente nadie puede imponer alineaciones a un entrenador serio.
Podemos estar de acuerdo o no en lo que hace Osorio, pero de ahí a que le traten de ordenar a quién y en dónde jugar es cruzar una línea muy delgada. Este grupo encabezado por Jesús Martínez y seguido por pocos paleros más, no hizo más que exponer obviedades y un discurso retórico. ¿Porque si Grupo Pachuca tenía en la mente contratar a Osorio para llevarlo a la dirección técnica ahora buscaría quitarlo de la selección?
El técnico de la Selección Nacional no cambiará su manera de plantear los partidos y de realizar sus movimientos solamente porque a algunos directivos no les gusta.
El principal objetivo por el que se contrató a este señor está prácticamente cumplido, que es el clasificar a México al Mundial de Rusia, sin tener que pasar por los problemas de los últimos procesos. Osorio ha cumplido en ese renglón, ahora faltará saber qué hará para trascender en la Copa del Mundo, pero para ello todavía hace falta mucho tiempo y mientras tanto, no tiene por qué hacer sus alineaciones o planeación de trabajo por contentillo.
Que si no llevó a laterales para estos partidos eliminatorios ante Panamá y Costa Rica, que si utilizará a algún futbolista en una posición que no es en la que juega con su club. Lo más importante para el colombiano es mantener la paz con los futbolistas y eso lo ha logrado. Pueden ser cuestionables las formas, pero realmente es cosa de gustos.
Nada moverá al colombiano de su puesto de aquí al Mundial de Rusia y será hasta entonces, cuando sepamos si realmente tuvo una evolución como estratega de cara a los partidos de eliminación directa.
A Juan Carlos Osorio se le ha visto tranquilo en los últimos entrenamientos de la selección. Sabe que tiene la clasificación a la Copa del Mundo y que eso le ayuda ante aquellos directivos que quisieran verlo de otra manera. El desequilibrio del partido ante Nueva Zelanda y Alemania ha quedado en uno de sus capítulos más negros al mando del equipo, pero que no fueron más fuertes que el hecho de tener a este equipo en Rusia y esa es su ventaja ante los dirigentes detractores.
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