Antes de pensar en seguir modelos, antes de pensar en imitar comportamientos, antes de adoptar fórmulas, los equipos en la Liga MX deberían preguntarse qué son.
Definir qué rol juegan en el balompié mexicano.
Hace unos años, un equipo brincaba del Ascenso para ser bicampeón, plagado de jugadores “desechados”, jugadores de, por llamarlos de alguna manera, segunda mano. Poca inversión y una alta renta.
Antes, un equipo como Xolos, de reciente creación, en cinco años ya disputaba su primera final de Liga y obtenía su primer título en su incipiente historia.
No hace mucho, Chivas, repleto de mexicanos, daba un golpe en la mesa y alzaba la mano por el talento nacional: campeón ante una de las carteras más poderosas de todo el continente, Tigres.
Hoy, esos propios felinos y Monterrey marcan tendencia.
¿Cuál es la verdadera fórmula del éxito? ¿Cuál garantiza títulos? ¿Si no eres campeón no sirves como institución? ¿Por qué estoy en la Liga? ¿Qué me identifica?
No hay recetas para ser campeón o exitoso.
Antes de pensar cómo reforzarse y a dónde se quiere llegar, para mí es más importante saber y definir quién eres, qué tipo de equipo eres, definir un estilo de juego y poner en la mesa los objetivos como institución, más allá del campo de juego.
Nadie puede negar que lo que hacen los equipos de Monterrey tiene un gran valor. Han desarrollado su marca y a su afición en puntos sólo vistos en clubes de alta convocatoria a nivel nacional e internacional.
Pero antes de verse en la cima, allá, a un lado de los regios, los demás equipos deberían hacerse esas preguntas. Y no sólo ellos, sino sus seguidores. Si fuera por títulos que se definiera la afinidad a los clubes, muy pocos podrían tener seguidores.
Si el equipo encuentra su esencia y es la misma que comparte con su afición, será más importante respetarla que ganar títulos. Ganar es importante, pero el cómo también es igual o más importante.
Si por definición eres un equipo comprador, qué bueno. Si por historia eres un equipo formador, aplausos. Si siempre has tenido a los mejores mexicanos, sigue así. Lo que sea que eres es lo que tienes que defender.
Siempre habrá más equipos que no sean campeones que los que logran alzar un título. Cuando no estén los trofeos, lo mejor será que quedará la identidad y esa no se compra, se construye.
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