Deportivamente, Lobos BUAP lucha por mantenerse en Primera, administrativamente deja dudas. Esto no es nuevo, en una entrevista que nos concedió en TV Azteca el entrenador de Lobos, justo antes de lograr el ascenso, Rafael Puente del Río fue cuestionado por las aspiraciones deportivas, pero también los alcances en caso de ascender.
Rafa no dudó en defender lo hecho en la cancha. El asunto se puso peliagudo cuando insistimos en el tema administrativo, se mostró dubitativo, no entró en detalles y asumió que sería un tema que se vería con el tiempo. La falta de experiencia para administrar un equipo de Primera División es el gran escollo para solventar por los dirigentes del equipo poblano.
Hoy Lobos sigue peleando en la cancha su derecho a mantener la categoría.
Al tiempo que confirman las dudas que mostró el entrenador: Boteo para recaudar fondos, poca afluencia a su estadio, no firmó con ninguna televisora, etc, etc, etc.
¿Qué pasa con las otras franquicias, hoy sólo seis certificadas para pelear por ascender? Celaya, Dorados, Atlante, Juárez FC, Atlético San Luis y Leones Negros; palomeados por la Liga MX y el dinero que dan como premio es de risa para los costos de operación de un club en esa categoría.
¿La certificación incluye algún examen de solvencia, no sólo económica, sino de estructura y viabilidad de desarrollo de la plaza? ¿Para qué quieren ascender? ¿A qué van a ascender? ¿Qué gana el futbol mexicano con su ascenso? ¿Existe un estudio que avale la vialidad de esos ascensos?
futbol@eluniversal.com.mx