Hace unos días se llevó a cabo la primera reunión del Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo (OMT), bajo el mandato del georgiano Zurab Pololikashvilyi como secretario General —luego del carismático liderazgo de Taleb Rifai, quien ocupó esta posición en un largo periodo de casi 10 años—, y como parte central de tal actividad, se generó la discusión y aprobación de las bases que sentarán el rumbo de la OMT en los próximos años.

En este orden de ideas, el documento que contiene dichas bases establece los elementos fundamentales de una nueva visión para la OMT y, en consecuencia, define, cinco prioridades estratégicas para la gestión en los próximos años. No es ocioso mencionar que estas consideraciones se realizan en uno de los mejores momentos del turismo de los que se tenga memoria.

Por lo que hace a la visión, vale la pena mencionar que se parte de la consideración del turismo como una herramienta capaz de contribuir al bienestar socioeconómico y al combate a la pobreza, al ser mencionado de manera explícita en tres de los 17 Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (Objetivos 8, 12 y 14, relacionados con crecimiento económico inclusivo y sostenible, empleo, consumo y producción, y la utilización ecológica de los océanos y de los recursos marino), aunque con el potencial de incidir de manera directa e indirecta en, prácticamente, toda esta agenda de las Naciones Unidas.

Bajo esta óptica se determinan cuatro piezas angulares en la visión renovadora de la OMT: 1) Situar el turismo como prioridad política; 2) Liderar en la creación de conocimientos y las políticas; 3) Crear más valor para los miembros y atraer a otros nuevos; y 4) Incrementar los recursos y reforzar la capacidad de la OMT mediante alianzas.

El camino para el alcance de esta visión se desdoblará en la atención a las cinco prioridades estratégicas, citadas de manera textual: 1) Hacer el turismo más inteligente: innovación y transformación digital; 2) Incrementar nuestra ventaja competitiva: inversiones y emprendimiento; 3) Crear más y mejores puestos de trabajo: educación y empleo; 4) Potenciar la resiliencia y facilitar los viajes: viajes seguros y fluidos; y 5) Proteger nuestro patrimonio: sostenibilidad social, cultural y ambiental.

Será de gran interés ver cómo la nueva administración de la OMT acomete sus renovadas tareas, y confirmar si tiene las capacidades suficientes para afrontar los retos venideros; por cierto, en el nuevo equipo directivo de esta agencia de Naciones Unidas se han anunciado dos fichajes de alto nivel que involucran a dos iberoamericanos: Jaime Alberto Cabal –quien fuera Ministro de Desarrollo Económico de Colombia–, como Secretario General Adjunto, y Manuel Butler, quien hasta hace unos días estuviera al frente de la agencia de promoción turística española (Turespaña), como uno de los 2 Directores Ejecutivos.

En realidad, y más allá de comprobar lo expresado al inicio del párrafo anterior, lo más relevante de la nueva visión tiene que ver con el cómo es asumida por la membresía de la OMT y, por obvias razones, como se saca provecho de ella.

En particular y dada la inminencia del relevo gubernamental en nuestro país y, en consecuencia, la esperada redefinición de la política turística mexicana, resulta muy atractivo reconocer que la misma agencia especializada de la Naciones Unidas en turismo, proclama la necesidad de fortalecer el diálogo político en torno al tema; al mismo tiempo y en la misma lógica, es pertinente identificar y replicar algunas de las claves que estarán presentes en la agenda turística mundiales en los tiempos venideros, tales como la necesidad de entender que el turismo tiene capacidad no sólo para crear empleos de manera importante, sino también para para mejorar la vida de las personas y que su práctica se debe dar conforme a los principios del desarrollo sostenible; que la digitalización es una irrefrenable tendencia y que la fortaleza competitiva de las empresas y los destinos turísticos del presente y del futuro, requiere de una agenda de innovación; y que el conocimiento será fundamental para impulsar el desarrollo de una actividad turística sostenible.

Director de la Facultad de Turismo y Gastronomía, Universidad Anáhuac México. Twitter: @fcomadrid

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