Luego de que en el año pasado el turismo internacional hacia México estuviera marcado por un claro patrón de desaceleración, después de que en el periodo 2012-2017 se alcanzaran, sistemáticamente, crecimientos de dos dígitos, la perspectiva para este 2019 parece apuntar en el sentido de que se está entrando a un ciclo de bajos crecimientos. Así, por ejemplo, los datos de los primeros días de enero reportan una caída en la ocupación de alrededor de 10 puntos en Cancún, buque insignia del turismo mexicano, sin desconocer que parte de este descenso se explica por un importante aumento de la oferta.
El modelo econométrico del Centro Anáhuac de Investigación en Turismo, de manera consistente con lo anterior, anticipa un crecimiento para este año de 4.5% en las llegadas de turistas internacionales, de 3.9% en lo que se refiere a las llegadas de turistas fronterizos (que explican 85% de las divisas turísticas) y de 3.5% en los ingresos por visitantes internacionales.
En este contexto, reviste particular importancia la reunión que sostuvieron la semana pasada los empresarios turísticos agrupados en el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) con el titular de la Secretaría de Turismo, Miguel Torruco y con algunos miembros de su equipo, además de que estuvieron presentes en este encuentro Alfonso Romo, jefe de la oficina de la Presidencia y miembros del Consejo Empresarial que asiste al Presidente de la República, como Daniel Chávez, Miguel Alemán Magnani y Olegario Vázquez Aldir, empresarios con importantes intereses en el sector turístico.
Debe destacarse que la reunión se efectuó en un tono respetuoso y constructivo, pero no por ello el mensaje del CNET dejó de mostrar su enorme preocupación por la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México y, sobre todo, por la cancelación de la asignación para el fondeo de las campañas promocionales, de los recursos provenientes del 70% de la recaudación del Derecho de No Residentes (DNR) que se estima alcanzaron el año pasado unos 240 millones de dólares.
Los empresarios no parecen estar cerrados a explorar alternativas más eficaces que las hasta ahora desarrolladas por el CPTM, que incluso tomarán el carácter de un esquema mixto de promoción. Sin embargo, no dejan de advertir que la desaparición de recursos públicos para la promoción turística del país, pondría en riesgo no sólo sus intereses directos, sino a los empleos del sector, pues en el entorno de bajos crecimientos ya señalado, la debilidad de la demanda se puede acentuar acarreando una afectación a los ingresos turísticos del país que se traduciría en una disminución del PIB turístico.
Aunque la coyuntura es retadora, los empresarios presentes coincidieron en la necesidad de identificar caminos para la mejora de los destinos y, muy destacadamente, de la de los trabajadores de la industria.
Por su parte, el secretario Torruco mostró una apertura al diálogo y a la construcción conjunta del nuevo esquema de promoción turística, accediendo a la petición empresarial de gestionar una futura reunión con el secretario de Hacienda para revisar escenarios posibles para la actividad y las afectaciones en caso de no disponerse de recursos públicos para la promoción turística.
De igual forma, el titular del ramo expuso algunas de las acciones inmediatas que están llevando a cabo, como la preparación del pabellón de México en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que empieza el próximo miércoles en Madrid, España, y la realización de Tianguis Turístico previsto para abril en Acapulco.
Dice Torruco que hay que hacer más con menos y no deja de tener razón; sin embargo, lo que no acaba de entenderse es cómo a una actividad que aporta tanto para el desarrollo social y económico del país se le siguen escatimando los apoyos. Cuando llegue la recesión económica en Estados Unidos, que llegará, se quiera o no, en el presente sexenio, ojalá no nos arrepintamos de haber desinvertido en promoción.
Jacques Delors dijo que se puede andar en bicicleta sin pedalear por el efecto inercial, pero, para poder avanzar en la cuesta se debe seguir pedaleando. Esta idea parece aplicar, perfectamente, a esta idea de no continuar con el esfuerzo promocional del país.