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Si bien al paso del tiempo se ha construido un sistema de indicadores estadísticos que permite monitorear la situación y evolución del fenómeno turístico en nuestro país, parece existir la percepción de que la información es más bien limitada y, en algunos casos, inexacta.
En este orden de ideas es alentador el impulso a la realización y divulgación de información realizados, por ejemplo, con el Observatorio Turístico de Yucatán y con el Perfil del Turista en Quintana Roo, disponibles para consulta en internet.
He tenido la oportunidad de revisar el reporte señalado en segundo término y encuentro una extraordinaria riqueza en la información, que incluye aspectos que hablan de la dinámica de transformación permanente de la actividad. Algunos de los hallazgos que en mi opinión se desprenden del análisis de este material son los siguientes:
Quintana Roo tiene una mayor diversificación en sus mercados geográficos internacionales, pues en tanto en 2018 México dependió en 59% de Estados Unidos, esta proporción es en dicha entidad de 52%, destacando una mucho mayor penetración en el mercado europeo de 20.7%, contra 11% que representa este para el conjunto del país. Es de destacar que a diferencia de lo que sucedía hace unos 30 años, hoy una parte importante de los turistas proviene del interior, de forma tal que 37.3% de ellos son mexicanos.
Un dato que parece relevante es que las estadías promedian 6.3 días (muy por arriba de la media nacional de los destinos turísticos) y cada grupo de viajeros está compuesto por 2.8 viajeros, quienes tiene como motivo principal de viaje descansar (72.1%), lo que siendo natural en un destino de playa, contrasta con algunos supuestos de una mayor participación de segmentos, como el de cultura (que sólo reporta 3% de los turistas) y el de congresos y convenciones (2%).
Sin duda, es de llamar la atención el enorme protagonismo que han cobrado los alquileres de vivienda con fines turísticos, pues los turistas reportan que esta modalidad es empleada en 7.1% de las veces, lo que supera a la opción de propiedades vacacionales —tiempos compartidos—, la que es empleada por 5.8% de los viajeros. Los hoteles son la primera opción para un poco más de 80% de las personas.
Un aspecto que llama poderosamente la atención es que la amplia mayoría de los turistas pernoctan en un solo destino (89%), lo que significa, al mismo tiempo, una oportunidad y un reto, pues si bien el número de visitantes en la región, no se ha podido consolidar una operación relevante de circuitos.
Dentro de las actividades que realizan los turistas y que, por cierto, explican en buena medida el éxito de los destinos de la región se encuentran la visita de zonas arqueológicas, realizadas por 37% de los turistas y la asistencia a parques temáticos (33% de los visitantes). Del otro lado, parece que, a pesar de que se ha avanzado, hay un espacio para mejorar la oferta de compras, pues el gasto medio en esta actividad durante su estancia es de sólo 54 dólares por persona.
Estos datos que son sólo una parte de la información disponible tienen un enorme valor para la toma de decisiones de actores públicos y privados, y deben ser la base para el desarrollo de estrategias tendientes tanto a un mayor conocimiento de la demanda para afinar los esfuerzos de atracción de los destinos, como para identificar oportunidades, a través de las cuales se puedan potenciar los beneficios para la región, incluyendo, por supuesto, aquellas relacionadas con los propios habitantes de estos destinos. En particular, me parece que siendo correcta la estrategia manifestada desde la Secretaría de Turismo tendiente a crecer el gasto medio por turistas, está pendiente clarificar cómo es que esto puede convertirse en una realidad.
Finalmente, habría que decir que estos magníficos ejemplos no son parte de la normalidad y que deberían servir como muestra de la necesidad de invertir en el desarrollo de conocimiento e inteligencia para el fortalecimiento de una posición más sólida en un entorno en el que la competencia es una gran intensidad y sucede sobre bases globales.
Director de la Facultad de Turismo y Gastronomía, Universidad Anáhuac México.
Twitter: @fcomadrid