Tarde lluviosa, ideal, casi otoñal, llena de reflexiones por una fecha FIFA tirada a la basura. “Caminar en el camino salvaje de la vida” nos decía Lou Reed. Seguro mientras esa letra se cantaba por todo el mundo, el bigote más conocido del deporte mexicano llegaba a este país para pegarle a las pelotas paradas como pocos.
Hoy la historia no es de Ferretti como futbolista, tampoco como DT sin interrupciones para trabajar, pensar, prepararse, modernizarse. Es el más ganador de los torneos cortos y el artífice del protagonismo de los Tigres. El futbol mexicano no le debe y él tampoco.
Se entiende que busque más dinero para cerrar su carrera. El problema radica en los mensajes, en las letras que se escriben, se escuchan. La sensatez de un hombre que si cambiara la narrativa de sus conferencias ya se hubiera destrabado la idea.
Uruguay y Estados Unidos quedarán en el olvido, las batallas de los cambios generacionales y del trabajo de los jóvenes habrán sido en vano si el brasileño-mexicano no se apasiona con la silla de mayor presión, pero también la de mayor orgullo en México.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A las letras de Ferretti, que ya cansan, desgastan, aburren y no nos llevan a ningún lugar. Seguimos perdiendo el tiempo y generando mayor confusión en nuestra amada Selección Mexicana.
@EnriqueVonBeas