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¿Qué le cuesta al gremio ponerse de acuerdo en algo que no conlleva polémica?
La terrible confusión por la que atravesamos como país y en el mundo en general, gracias a las redes sociales que siguen sumando más fake news y polarizando las narrativas, empañan y nublan la visión de algo que no es de opinión: la indisciplina constante que se vive en la Selección Mexicana.
El debate no debería pasar en los juicios morales, la información per se contiene una dosis tremenda de explicaciones de nuestros típicos desmadres. El tema es muy sencillo, es de prioridades o de mentalidad del mexicano.
El plan original y sensato para una despedida y no de soltero, sino de 24 futbolistas que irán a un Mundial, era cantar con sus familias en pleno Estadio Azteca acompañados del tradicional mariachi con un par de canciones mexicanotas, mas prefirieron romper filas y aprovechar la noche libre con una logística de muchachos que estudian en una preparatoria con dinero.
Ahí radica el principal punto de esta nueva fiesta tricolor, en que las prioridades de algunos jugadores siguen en otro lado. No de todos, pero sí de la mayoría. Razones entendibles para saber por qué no fue Vela , que no quiso repetir sus errores o de Rafa Márquez que sabe que como guía, gurú y veterano, tampoco podía sumarse a esa despedida de “solteros”, y la ausencia del buen Chicharito , quien festejaba con su familia su cumpleaños (algo que tuvieron que haber hecho todos).
En fin, allá las esposas de los jugadores y los permisos de los directivos para justificar lo complicado y difícil que es la vida de una figura pública que vivirá concentrada 24 días o más. Mención aparte el ecosistema de las redes sociales, que hicieron lo propio y entre colegas porristas o puristas confundimos el oficio. Si a eso le sumamos a los jugadores retirados que no saben de periodismo, sino sólo de futbol cancha, generaron esa masificación de las palabras más absurdas que he leído: “hablemos sólo de la cancha”.
Se ve que los años que llevan en los medios no les ha alcanzado para entender que el futbol profesional es un negocio, una industria y un juego que genera miles de implicaciones sociales. De ahí quisieron descalificar el tema de los géneros periodísticos, criticando a una revista de espectáculos que documentó muy bien un suceso en plena concentración final del Mundial.
Para rematar el tema, seguimos demostrando que como cultura, la mujer para muchos sigue siendo cosificada. En pocas palabras, nos enfrascamos en los mismos desmadres verdes.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A un tema fácil de explicar al que no se le quiere dar el ángulo correcto por los porristas o los puristas. Eso no quita lo escrito por un servidor el martes, donde podemos esperar un resultado histórico de esta generación.