Ni el mejor publicista millenial de nuestros días podía desarrollar mejor campaña mediática para la Selección como la que detonó el mejor goleador en la historia del Tricolor.

Resultado de una tremenda carrera llena de esfuerzos y gloria, fama y popularidad, desde el medio del espectáculo con sus relaciones amorosas, hasta por los goles anotados en pocos minutos jugados. En Rusia , cuando saben que eres mexicano, te preguntan por él; incluso, en mi tienda de conveniencia a la que paso diario siempre me dicen el Chicharito.

Las marcas de impacto internacional lo usaron como imagen de esta Copa del Mundo y, en una entrevista hecha hace unos meses por David Faitelson en ESPN, lo paró en seco con la frase que se ha viralizado hasta el tuétano de todas nuestras conversaciones y mensajes: “Soñemos con cosas chingonas”.

Vaya paradoja cultural y narrativa en un país donde constantemente queremos seguir viviendo con otra frase popular de Chava Flores : “A qué le tiras cuando sueñas mexicano” o algo así, que dicta todo lo contrario.

De ahí, la importancia de un momento. Los Mundiales sirven para eso, para darle sabor a las identidades nacionales, sentirse más de un país que en cualquier otro momento, gracias a la emoción de un juego. Desde el cantar el himno llorando a flor de piel, hasta volverte loco por un gol.

El deporte no cambiará nuestra forma de vivir como nación; de hecho, estamos ante una semana donde el partido más importante se juega en las urnas. Así que ante el escenario de un partido lleno de drama, con el libro de Baldor en la mano y el ábaco haciendo de las suyas hasta para contar tarjetas amarillas y rojas, sólo recuerden que hay una generación que sigue trabajando para cambiar las cosas, la nuestra, la que lee, la que escribe, la que platica de sus días en familia, con amigos, celebrando los goles o los avances tecnológicos y educativos del país.

Mañana, gocemos del partido, pero no olvidemos que sólo es un juego, que los miedos de un equipo que no sabía competir quedaron atrás y —pase lo que pase— la frase del año la dio un futbolista, un goleador que ya jugó para el Real Madrid, el Manchester United, que debutó en las Chivas , club de puro mexicano, y que ya es el delantero con más goles en la historia de la playera verde, quien además empató en goles anotados a Luis Hernández en Mundiales, e igualó al Temo y a Rafa Márquez marcando en tres Copas distintas; todo, gracias a una postura fácil de decir, pero con muchos esfuerzos para conseguir: SOÑAR CON COSAS CHINGONAS.

¡Bienvenidos, bienvenidos! A las horas previas de un partido lleno de drama y en una semana de tremenda importancia para México, donde si tuviéramos más Chicharitos, seríamos una potencia mundial. Estamos en camino, al menos eso queremos los que trabajamos para nuestro país.

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