No quiero caer en la división como fundamento máximo de estrategia de contenido de alta audiencia partiendo de la confrontación, quiero brindar ecuanimidad a lo vivido.

En Moscú , las posteriores al histórico triunfo de la Selección Mexicana de JUAN CARLOS OSORIO, se vivió un frenesí y una felicidad inusual en los más de 45 mil mexicanos que estamos por acá, replicando la vibra de los 120 millones que somos en México, que seguro festejan aún la cátedra de buen futbol que brindamos en Luzhniki.

Hasta ahí todo en orden. No hay más de fondo, pero sí de formas para seguir conversando. Por ejemplo, las equivocadas declaraciones de Jonathan dos Santos , que invitan a todos los críticos del proceso del metodólogo o de las indisciplinas de los jugadores se hagan a un lado y deserten de subirse al barco de la victoria.

Si a eso le sumamos los mensajes de los compañeros que atribuían una excelsa gestión del colombiano por ser parte de un status de apoyo, nos da como resultado una polarización de lo ocurrido. No le hagamos al cuento por favor, más que nunca estamos templados y maduros, también debemos demostrar nuevas ideas a las oportunidades que se han ganado al vencer en un Mundial a un tetracampeón del mundo.

Aprender a competir a esas alturas requiere un compromiso que va de la mano con una mentalidad sin caer en provocaciones fáciles o mentadas de madre sin sentido. La razón es muy sencilla: para los que mataban al colombiano por el 7-0 y el 4-1 con razón, hay que reconocer que su discurso de resilencia funcionó para generar el mejor partido de la historia. Para los que ponen a los jugadores como los cracks del mundo, es bueno reconocer que en Rusia están jugando de 32 selecciones con al menos 50 futbolistas mejor rankeados y con logros constantes de las grandes competencias y que no están en nuestra Selección. Pero aún y lo más importante, es dimensionar que tu mejor partido lo das en tu juego inaugural, donde tu tendencia es ganadora desde 1998 y donde el Mundial se juega diferente en los partidos para matar o morir, mismos juegos que no ha podido ganar el DT del Tri. Por eso, la crítica. Aprendamos a separar las emociones de los análisis para estructurar mejor nuestras ideas, disfrutemos del juegazo del domingo y sigamos trabajando. Invito a los lectores, aficionados, a todos los que están gozando del Mundial, que posiblemente el ganarle a Alemania por primera vez en tu vida te da herramientas distintas para creer en jugar los siete partidos, pero para eso habrá que seguir concentrados. No es un afán de hacernos menos es un afán de tener equilibrio en nuestro razonamiento que pone a muchos al borde del título cuando apenas empieza esto, es parte también de esa nueva cultura deportiva que se ha generado. ¡Bienvenidos, bienvenidos! Al día después del TRIunfo en Moscú sobre la campeona del mundo y que se han dado mentadas de madre sin sentido.

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