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Al inicio, la casa gana. Y, bien.
Los primeros minutos del Mundial de Rusia 2018 quedaron inscritos en una inauguración breve y un partido que fue de menos a más. Sobre todo, con muchas ganas, afición y un final de antología.
La potencia, de una riqueza cultural digna de ser difundida a todo el planeta, decidió que las voces de Robbie Williams y la soprano Aida Garifullina se escucharan como preámbulo de la justa. Emocionante. Pero, ¿solo eso? Sí.
Corte a las palabras de Vladimir Putin . Declamó amor, unión, paz. Es político.
Así llegó el primer partido. Rusia contra Arabia Saudita .
La inocencia del contrincante pesó más que el nivel del anfitrión.
El estadio se entregó en cada uno de los cinco goles.
Ante las disparidades: esfuerzo en la cancha, emoción en la tribuna, gritos luego de una buena jugada, un gol, una asistencia. De eso se trata.
No perdamos de vista al joven ruso Aleksandr Golovin . Lo mejor del primer día.
Arrancó la fiesta.
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