Elisa Alanís

López Obrador y el PES de Fausto Vallejo

09/02/2018 |02:07
Redacción El Universal
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La coalición de Morena con el Partido Encuentro Social pasó por la negociación de impulsar a Cuauhtémoc Blanco como candidato a la gubernatura de Morelos. López Obrador accedió.

Hubo inconformidad. La manta desplegada por Elena Poniatowska y Jesusa Rodríguez en rechazo a esa unión con reaccionarios ultraconservadores fue claro ejemplo.

Dos meses después, el tabasqueño le dijo no al PES en Morelia.

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El límite: Fausto Vallejo.

Andrés Manuel sabe que el ex gobernador es una papa caliente. Que nada bueno saldrá de un acuerdo para lanzarlo como aspirante a la alcaldía.

Miren que el Movimiento de Regeneración Nacional ha sumado a personajes cuestionados.

No es para menos que en estos tiempos de convocatoria amloísta el Peje haya marcado su raya.

Los encuentros y el video del hijo de Fausto con el líder de Los Caballeros Templarios, La Tuta; el encarcelamiento de su ex secretario de Gobierno, Jesús Reyna; el surgimiento con mayor fuerza de autodefensas, la violencia y el avance del crimen organizado en Michoacán son hechos que, aunque las autoridades quieran enterrar,  los ciudadanos padecen.

Vallejo salió del PRI apenas en enero, luego de más de 40 años de militancia. Ahora busca ser, una vez más, presidente municipal.

AMLO dio un paso atrás y no lo postulará. Pero los partidos con los que está coaligado a nivel federal lo tendrán como candidato.

Hizo bien López Obrador en no ir con el PES y el PT en Morelia, pero mal en aliarse con ellos para llegar a Los Pinos.

Andrés Manuel le transfiere a Encuentro Social votos, presencia y presupuesto, aunque se deslinde en lo local. Le hace el caldo gordo a ese grupo confesional acomodaticio. Capaz de negar el Estado laico y comparar, en voz de su diputada Edith Martínez, al matrimonio igualitario con casarse con delfines. Capaz de postular al carismático ex futbolista y al señalado Vallejo.

Este último, como “pes” en el purgatorio, declaró que su pecado fue enfermarse. Y propagó en medios lo que muchos otros políticos declaran en este México de bandas criminales y gobiernos fallidos: Que es un hombre con experiencia, sin filiación partidista y honorable.

¿Les suena?

Meade comentó el miércoles que no tiene cola que le pisen.

Ayer estuvo en el estado del priísta prófugo César Duarte. Y el domingo, si no ocurre algún cambio de última hora, cerrará precampaña cobijado por los aplausos del siempre tricolor Estado de México.

Mientras tanto, la propaganda de Ricardo Anaya continúa en la misma tónica. Además del “na, na, na” y el palomazo roquero con Juan Zepeda, los cantores se fueron de rodada con motociclistas mexiquenses. Es decir, está contento con su estrategia de campaña, actuando como clase media y haciéndola de chavorruco.

RAZONES Y PASIONES: En medio del proceso electoral, el sexenio marcha a su ocaso como si nada, como siempre. El portal Animal Político nos recordó que a más de seis meses de la muerte de Juan Mena López y Juan Mena Romero, padre e hijo, luego de caer en el socavón del Paso Exprés de Cuernavaca, ni un solo funcionario público ha sido sancionado, inhabilitado ni destituido.

Por supuesto, Gerardo Ruiz Esparza continúa en su cargo.

“Y como dijo don Teofilito…”

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