El gobierno de Enrique Peña no solo repartió dinero al por mayor, también presionó. Algunos, agradecieron. Otros, reclamaron.
Lo cierto es que además de llenar arcas, apestó aquello que tocó.
Cual Midas a la inversa, cual Rey Sadim.
En este espacio he dado seguimiento a uno de los casos vergonzosos ocurrido en la pasada administración: la salida forzada de Aristegui y su equipo de MVS. Del grupo que investigó y publicó La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto.
Escribí sobre la relación de la empresa radiofónica y el PRI-Pinos. Desde la mencionada cercanía con Emilio Gamboa, hasta los vínculos de los subordinados. El encargado de comunicación de Peña, Eduardo Sánchez, trabajó para MVS, por ejemplo. Mientras que el vocero de ésta, Felipe Chao, se fortaleció con la presencia de su hermano, el ex subsecretario de Gobernación.
Comenté sobre episodios que vivió Carmen: La persecución judicial hacia su persona; el allanamiento a sus oficinas; el espionaje con el malware Pegasus adquirido por el gobierno —que atacó a ella, a su hijo (en aquel entonces menor de edad), así como a compañeros y defensores de derechos humanos.
Hoy el tema vuelve a los portales, las redes, los diarios. La columna de Javier Tejado Dondé en EL UNIVERSAL titulada “El precio de Carmen Aristegui: ¿6 mil millones?” tuvo gran impacto.
Javier, directivo de Televisa, reveló la manera como MVS, luego de despedirla, logró incrementar sus ganancias con operaciones de inusual valor, vinculadas a entidades gubernamentales. “La suma de prebendas relacionadas con recursos públicos asciende a más de seis mil millones de pesos (6,311,441,689)”, indicó.
El día de ayer, Luis Cárdenas, en su columna de EL UNIVERSAL, “¿Peña Nieto regaló a Televisa más de 9 mil millones?” le respondió.
Luis, conductor que finalmente tomó el horario de Aristegui en la estación, dijo que Televisa recibió 9 mil 70 millones 455 mil pesos en pautas publicitarias de la gestión anterior. Casi el doble que con Felipe Calderón. Agregó que valdría la pena transparentar las denuncias “en torno a jugosos contratos que, mediante empresas paralelas, habrían recibido ejecutivos de la empresa”.
Los excesos y el cochinero que dejó el monarca. Pero la noticia más importante sucedió en el ámbito jurídico.
Aristegui informó que MVS se desistió del juicio en su contra por la terminación de contrato.
Es una primera victoria, porque falta la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (podría darse la próxima semana) en relación a la demanda por daño moral. Por su opinión plasmada en el prólogo de un libro.
En lo personal, deseo que:
1.- En esta nueva etapa, se fortalezcan los medios con el quehacer periodístico.
2.- La SCJN resuelva a favor de la libertad de expresión.
3.- A toro pasado, los ministros y las ministras (incluyendo a los ex) expliquen por qué en 2015 dieron la espalda a Aristegui. Por qué rechazaron atraer el caso. El único que tomó distancia con una postura clara, pues su hijo era el juez, fue Juan Silva Meza.
Pero, ¿y los demás? ¿También tocó la puerta de la Corte el Rey Sadim?
Razones y pasiones: Existen demandas contra periodistas. No estamos exentos.
Pero se deben regular para que no sean instrumentos del poder y autoridades para intimidar, perjudicar, silenciar y atentar contra la libertad de expresión y el derecho a la información.
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