Aun antes de llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Eduardo Medina Mora fue cuestionado.
Su candidatura, impulsada por Enrique Peña Nieto, se dio en medio de la polémica.
La cercanía con los gobiernos del PAN y del PRI no era buen augurio para la independencia del Poder Judicial.
Había sido secretario de Seguridad Pública, con Vicente Fox, y procurador general de la República, con Felipe Calderón.
Su perfil policiaco también prendió focos rojos, por haber tomado decisiones que desembocaron en violaciones a derechos humanos.
Recordemos que como secretario de Seguridad fue actor principal, junto con el entonces gobernador del Edomex, Peña, en aquella reunión donde se decidió que policías locales y federales ingresaran en mayo de 2006 a Texcoco y San Salvador Atenco.
El resultado del operativo fue la muerte de dos jóvenes, detenciones arbitrarias y torturas sexuales.
El Estado, incluyendo la Suprema Corte, dio la espalda a las víctimas.
Por cierto, Jorge Mario Pardo Rebolledo era magistrado en el Estado de México. Él colaboró en la elaboración del proyecto.
Ante la falta de respuesta, once mujeres decidieron buscar justicia en el exterior.
Mientras ellas cargaron con el peso de la agresión, los funcionarios Medina Mora y Pardo Rebolledo ascendieron al Pleno del máximo tribunal del país.
En diciembre de 2018 la Corte Interamericana de Derechos Humanos señaló al Estado mexicano como responsable de la violencia sexual, violación y tortura cometidas contra, al menos, estas once personas.
La resolución de la CoIDH derivó en la reciente disculpa pública.
Pero, nuevamente, aquí las pesquisas para fincar responsabilidades en la cadena de mando no avanzan.
El asunto de “Las Mujeres de Atenco” permanece en la impunidad, como tantas otras atrocidades. Mientras “Los Ministros de Atenco” llenan sus arcas con recursos públicos.
¿Medina Mora? Millonario en pesos, dólares y libras esterlinas.
Estalló otro escándalo.
Hay información de la Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido y del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sobre “actividades sospechosas” en transferencias bancarias. Así lo consignó Salvador García Soto y así lo puntualizó, con desglose de números de cuentas, EL UNIVERSAL.
Este diario publicó la carta respuesta del ministro. Negó cualquier actuación indebida. Indicó que todo su patrimonio y variaciones fueron incluidos en sus declaraciones.
Ayer, el Presidente anunció que Estados Unidos entregó información a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda.
Lo cierto es que, otra vez, fueron las autoridades extranjeras quienes pusieron sobre la mesa lo que en México se escondió debajo del tapete en sexenios anteriores.
Razones y pasiones:
Paul Velázquez, quien ha asistido y participado en la conferencia matutina de Andrés Manuel López Obrador y también vende artículos promocionales de AMLO, subió un video dirigido a sus seguidores en el que agrede a reporteras: “Qué gente tan vulgar, felicidades a los nacos, corrientes, chayoteros de Los Mochis. No tienen nada qué hacer con estos verdaderos vulgares que están en la Ciudad de México. De verdad, son unos santos ustedes comparados a estas prostitutas de la información... el problema es que no saben ni formular una pregunta, no saben hablar… hay que ser práctico, precisos… si doñas vulgares no lo entienden ya no es mi pedo”.
Andrés Manuel López Obrador, es importante que usted esté enterado. Y que desde la investidura presidencial condene cualquier tipo de violencia, física o verbal hacia los y las colegas que día a día cubren sus actividades y realizan un trabajo profesional.
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