Andrés Manuel quedó a deber.
Presentó la terna que enviará al Senado para elegir a quien ocupará el lugar vacante del ministro José Ramón Cossío en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Las designaciones son:
• Juan Luis González Alcántara Carrancá
• Loretta Ortiz Ahlf
• Celia Maya García
La Real Academia de la Lengua Española define “chafa” como un adjetivo coloquial que se usa en México para indicar mala calidad.
En Nicaragua significa broma o chanza.
Cualquiera de las dos acepciones podría describir la entrega presidencial rumbo a la SCJN.
Quiero aclarar que el grupo no me parece mal en razón a las capacidades de González, Ortiz y Maya. Al contrario, su preparación merece respeto.
De hecho, escuché que Loretta mostró grandes dotes de jurista en el comité que elaboró la propuesta de Constitución de la Ciudad de México. Y que Juan Luis es reconocido por sus colegas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Me refiero a que no cubren las expectativas porque son cercanísimos a Morena.
Podrían vulnerar la independencia del Poder Judicial.
Son comunes las promociones a modo en puestos clave. Dejando fuera mejores perfiles.
Sabemos que así lo hicieron los últimos mandatarios del PAN y PRI.
Pero, ¿acaso no se votó por un cambio?
Ortiz fue diputada del Movimiento de Regeneración Nacional.
De plano, sus redes sociales manifiestan abiertamente los vínculos. En su cuenta de Twitter se lee: “Académica, abogada y de Morena”.
En la de Celia Maya uno de los párrafos señala: “Candidata a la Senadora (así está escrito) de Querétaro por Morena.”
En el propio grupo de AMLO mencionan que los nombres de ellas están “de relleno”, para cumplir un trámite. Que realmente el gallo es González Alcántara. El hombre que fue Presidente del Tribunal Superior de Justicia del D.F. cuando López Obrador gobernó la capital.
Justo ayer, Andrés Manuel recalcó en su conferencia matutina, con una sonrisa dibujada en los labios, que se terminó la politiquería, que hay libertad en el Congreso, que la línea es que no hay línea.
Sería gravísimo que además de mandar una lista con chanfle, para que se elija a Juan Luis González Alcántara, también mienta y discrimine a candidatas, usándolas de comparsa.
Lo que sigue es de pronóstico reservado.
Hay descontento, no solo por la falta de idoneidad de las aspirantes con ligas partidistas, sino porque en la Corte están lejos de tener paridad.
La salida de Cossío representa la oportunidad de integrar a otra mujer. En el entendido de que cuando concluya Margarita Luna Ramos (se va en febrero) será sustituida por una ministra.
Se requiere mayoría calificada para que las y los legisladores voten por la persona que formará parte del máximo tribunal del país.
¿Lo harán por González Alcántara Carrancá?
¿O le regresarán la terna al poderoso Ejecutivo Federal para que formule otra?
En serio, sin chanzas.
Twitter: @elisaalanis
Facebook: Elisa-Alanís-Zurutuza