Hoy comienzan las campañas.
Aunque el abanderado del Revolucionario Institucional avisó que por ser Viernes Santo pospone sus actividades públicas hasta el domingo (de resurrección).
Los aspirantes presidenciales adelantaron en redes sus primeros spots. Pintan cómo llegan a la línea de salida y sus estrategias.
Andrés Manuel
ya se hace Presidente.
Invita a votar por Morena con el fin de alcanzar mayoría en el Congreso . Anteriormente, reveló gabinete. Ahora pide apoyo a favor de sus senadores y diputados.
Habría que recordarle que el rival a vencer de AMLO , además de la maquinaria priísta, es AMLO.
Por muy arriba que lo coloquen las últimas encuestas, la contienda formal está empezando. Siempre se puede cruzazulear.
Ricardo Anaya
lanza la idea del futuro, de que está actualizado y es joven.
Intenta marcar diferencia con López Obrador a partir de los años cumplidos.
No estaría mal que el panista considerara que venimos de un sexenio en el que la edad no tuvo palabra de honor.
El propio Ejecutivo Federal en su momento presumió al “nuevo PRI”. Aquel integrado por los Duartes, Borges, Medina y demás jovenazos que salieron corregidos y aumentados.
Anaya muestra a figuras de su Frente. Encontramos de todo. Aparecen personajes con trayectoria reconocida, como Patricia Mercado. Pero también cuestionada, como el (¡por fin!) ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
José Antonio Meade aún no encuentra el tono.
En uno de sus anuncios de arranque menciona que él sí sabe hablar inglés. Que sí ha leído libros. Remata enfatizando que llega “sin ninguna mancha más que el vitiligo”.
Ah, y que “se puede hacer política sin lavar dinero”.
Es decir, no se sabe si está criticando a sus contrincantes o a su impulsor, Enrique Peña Nieto .
A lo mejor, ese es el plan:
1.— Arruinar a Ricardo vía la PGR y/o quitarle puntos a través de Margarita.
2.— Insistir que es diferente a EPN.
3.— Confiar en el aparato de Estado para derrotar al Peje .
Serán meses de decisión. Desgraciadamente, llenos de confusión.
Ahora que contamos con el extraordinario trabajo del grupo de periodistas, universidades y organizaciones civiles que conforman #Verificado2018 , —quienes exhiben y alertan sobre información falsa, engañosa o fabricada-, comprobamos el tamaño del reto. Vemos la cantidad de propaganda basura que se genera con tal de manipular preferencias electorales.
Hay quienes se dedican al desprestigio de otros divulgando datos imprecisos, mentiras o medias verdades. Es una industria malintencionada que se alimenta, entre otros, de recursos no fiscalizados.
Aparte de tolerar en estos tres meses 22 millones 959 mil 180 spots de partidos y candidatos independientes, tendremos que estar atentos a las llamadas Fake News. Darnos a la tarea de revisar y descubrir quién es quién.
Y el próximo 1 de julio, expresarnos en las urnas.