Negociar es de las partes más complicadas de la vida y no a todo mundo se le da tan fácilmente; me incluyo, simplemente hilar un argumento suficientemente poderoso para no dejar nada abierto a cualquier respuesta negativa es un arte, y ni hablar cuando te paras en la oficina del jefe a decir, quiero un aumento de sueldo.
Por supuesto tiene que estar aderezado de resultados positivos para que no puedan refutar la propuesta.
El tema viene a colación después de la reunión de los dueños de equipos de la NFL con respecto a la renovación del comisionado de la NFL, Roger Goodell; casi todos aprobaron y dejaron el resto al comité correspondiente.
Los números en su mandato han sido positivos, ha crecido el negocio, se expandió la serie internacional, regresaron a mercados donde monetizan la presencia de equipos.
Pero ha tenido claroscuros, polémicas con jugadores suspendidos, tratamiento de esas suspensiones, modificaciones que no le han hecho ser el más popular con los dueños.
Casi por unanimidad decidieron que debería continuar, menos Jerry Jones, quien argumenta que el comisionado ha aprendido sobre la marcha y ha hecho negociaciones no siempre en favor de la NFL; otros aseguran que es su molestia después de la suspensión de Ezekiel Elliot, y también está la cuestión del dinero.
49.5 mdd pide Goodell, más que cualquier estrella de la NFL, y otras compensaciones.
Una buena negociación implicaría la continuidad de Goodell.
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