El Foro Consultivo Científico y Tecnológico (FCCyT) está definido dentro de la actual Ley de Ciencia y Tecnología, como un órgano autónomo y permanente de consulta del Poder Ejecutivo, del Consejo General, de la Junta de Gobierno del CONACyT, y cuando así lo requiera, del Poder Legislativo. Su actividad ha ido en aumento desde su creación en 2002, logrando un impacto positivo en el diseño de la política de CTI gracias a que su Mesa Directiva tiene una composición multisectorial, única en todo el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI).
La forman los titulares de un conjunto representativo de los sectores del Sistema; las Academias (Ciencias, Medicina, Ingeniería, Historia, la Lengua y Ciencias Sociales), Universidades y Asociaciones (IPN, CINVESTAV, UNAM, ANUIES), el Sistema de Centros Públicos de Investigación, la Red Nacional de Centros y Organismos Estatales de Ciencia y Tecnología, las Cámaras Empresariales (CONCAMIN, COPARMEX, CANACINTRA, Consejo Nacional Agropecuario, Asociación de Directivos de Investigación Aplicada y Desarrollo Tecnológico) y tres miembros electos del Sistema Nacional de Investigadores.
Esto le da una amplia visión de las iniciativas de cada una de las partes del Sistema, ayudando a llevarlas a cabo y difundirlas. Además, las capacidades contenidas en estas instituciones le permiten atender, como ninguna otra instancia existente , las necesidades de información que puedan tener las Cámaras Legislativas y las Secretarías de Estado. Gracias a ello también ha logrado subsanar algunos vacíos del Sistema, articulando iniciativas y proyectos de relevancia multisectorial y sumando las capacidades de otros actores que no están presentes en la Mesa Directiva. Es sin duda, la voz de las comunidades para enriquecer las políticas públicas.
Sus iniciativas son aprobadas por la Mesa Directiva y sus informes, técnicos y financieros son primero auditados por un despacho externo e independiente, para después ser evaluados por el Órgano Interno de CONACyT y la Auditoría Superior de la Federación. De manera que su presupuesto siempre se ha manejado con pulcritud y transparencia. Decir o sugerir lo contrario es simple y sencillamente faltar a la verdad.
Las acciones y los documentos que el FCCyT ha desarrollado1 y dan cuenta de la importancia y pertinencia de contar con un órgano autónomo, crítico y permanente de consulta. Por ejemplo, el FCCyT ha organizado discusiones para diseñar el PECITI y ha colaborado con el CONACyT y las Cámaras Legislativas en la realización de Foros para enriquecer los Planes Nacionales de Desarrollo, además de hacer estudios sobre los temas que le han requerido. Ha colaborado con la Comisión de Competitividad de la Cámara de Diputados en el IV Congreso Nacional de Legisladores sobre Políticas, Estrategias y Prioridades para CTI, y con las Comisiones de Ciencia y Tecnología de las dos Cámaras para analizar los presupuestos federales al Sector de CTI.
Creó una oficina de Información Científica y Tecnológica para el Congreso de la Unión (INCYTU), que es única en el país, lo cual ha permitido una colaboración más estrecha de la comunidad científica con las dos Cámaras Legislativas y dar información rigurosa, basada en evidencia, sobre los temas de CTI atendidos por diferentes Comisiones. Además, comparte información con organismos que desarrollan una labor similar, ya que es miembro asociado de EPTA, la Red Europea de Oficinas de Asesoría Científica y Tecnológica para Parlamentos.
En relación a la equidad y grupos vulnerables, el FCCyT ha propuesto iniciativas para el desarrollo de la CTI con perspectiva de género, coordinó una campaña contra el Ciberacoso a estudiantes de niveles básico y medios, y ha colaborado en actividades de la lucha contra el hambre, agricultura familiar y economía social. Sobre la atención de problemas de las comunidades, estimuló la formación de una red de Innovación Social y ha involucrado a estudiantes de licenciatura en la solución a los problemas nacionales.
Ha organizado reuniones con instituciones de educación superior e investigación para analizar la situación de la CTI en las Universidades Públicas. En colaboración con grupos académicos y empresariales organizó reuniones para fomentar la vinculación y la innovación y también hizo un catálogo de programas para el fomento a la innovación y la vinculación en las empresas.
De forma inédita, el FCCyT hizo una demanda administrativa contra quienes resultaren responsables por el incumplimiento del artículo 9 bis de la Ley de Ciencia y Tecnología relativo al gasto en I+D como porcentaje del PIB, por no alcanzar el 1 por ciento del PIB señalado en la Ley.
Finalmente, ha publicado casi un centenar de libros sobre temas relevantes para el desarrollo de la CTI. Entre ellos destacan los diagnósticos y un Ranking de la CTI en cada una de las entidades federativas, "La crisis del petróleo en México", "La ciencia en México, múltiples visiones, un mismo compromiso", "Construyendo el diálogo entre los actores del Sistema CTI”, “Ciencia e Innovación en México: Cuatro grandes proyectos" y "Eutanasia: hacia una muerte digna". Creó la revista mensual Forum que en la actualidad, junto a la revista de la Academia Mexicana de Ciencias, representa el vehículo informativo de todo el Sistema Nacional de CTI.
En síntesis, el FCCyT tiene una labor relevante en las decisiones relativas a la política en materia de CTI, y actúa como correa de transmisión de las buenas prácticas generadas en cada sector. Desde su creación, las autoridades de CONACyT y de diversas instituciones de los sectores público, académico y privado han reconocido la eficiencia y apoyo recibido del Foro, el cual trabaja para transformar el conocimiento en mejores condiciones de vida para la sociedad, ayudando a estimular un desarrollo económico y social equitativo, sostenido y balanceado.
1 La extensa lista y resultados de los eventos, colaboraciones, publicaciones e informes de trabajo del FCCyT pueden encontrase en https://www.foroconsultivo.org.mx