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Mientras las calles de Venezuela ardían de fervor político y los gobiernos del mundo se pronunciaban sobre la situación y el régimen de Nicolás Maduro, el subsecretario para América Latina y el Caribe de la cancillería mexicana comía en Casa Bell, uno de los restaurantes más tradicionales de la Ciudad de México, también de los más socorridos por la élite mexicana. Un restaurante fifí, pues.
A Maximiliano Reyes, brazo derecho del canciller Marcelo Ebrard para los asuntos de la región hermana, le tocó a las pocas horas salir a defender en medios de comunicación la posición del gobierno federal mexicano sobre la crisis venezolana desatada el miércoles a mediodía.
El primero en fijar la línea fue , Jesús Ramírez Cuevas: estableció que México seguía reconociendo a Nicolás Maduro como presidente, alineado con Rusia, China, Bolivia, Cuba y Nicaragua, y en contra de Canadá, Estados Unidos, Argentina, Chile, Colombia, Brasil y la OEA, que reconocieron como presidente al autoproclamado Juan Guaidó.
Luego la Cancillería emitió una posición en la misma dirección del vocero presidencial y en varias entrevistas el subsecretario la explicó. La postura de México encendió un reciclado debate en redes sociales y medios tradicionales.
Pero algo habrán evaluado en la Cancillería durante las horas de ese debate público que en la mañana de ayer dieron un paso para atrás: cuando lo entrevistamos en Despierta de Televisa a las 6:45 de la mañana, el subsecretario Maximiliano Reyes anunció que el gobierno mexicano respaldaba una ruta de diálogo que significara nuevas elecciones en Venezuela.
Paralelamente, durante la mañana de ayer, el canciller Ebrard y su equipo debatieron endurecer un grado la posición de México sobre el régimen de Maduro, y hacerlo diplomática y oficialmente en la ventana que les ofrecía la sesión de la Organización de Estados Americanos (OEA). Al final no tomaron esa ruta. Por el contrario, México pidió a la OEA explicar su autoridad jurídica para desconocer al régimen de Venezuela (entre funcionarios mexicanos circuló mucho la copia digital de un documento del opositor Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela… ¡fechado en Washington!). Detrás de la posición oficial mexicana, me dicen fuentes gubernamentales allegadas a este proceso, subyace el mensaje que ha mandado el presidente López Obrador: no nos metemos en los asuntos de otros países porque no queremos que se metan en los nuestros. Esta posición ha sido gasolina en el debate interno en México.
SACIAMORBOS
El 26 de diciembre publiqué “Las preguntas para el presidente tras la muerte de los Moreno Valle”. Un listado de cuestionamientos sobre cómo se comportaría el presidente López Obrador ante el efecto político-electoral del fallecimiento de la pareja poblana. A varias ya hubo respuesta: “¿ya va a ir de gira el presidente AMLO a Puebla? ¿Ahora sí porque no están los Moreno Valle? Si va, ¿no estará haciendo campaña a favor de Morena con esas visitas?... ¿Hasta dónde se va a meter?”
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