Carlos Loret de Mola

AMLO, Meade y Anaya contra los periodistas

Los promotores del “periodismo libre” no aceptan más opinión y verdad que la propia, y no aprueban más que la adulación. No me extrañaría que ese tono violento de los presidenciables sea objeto de denuncia por ONG

22/01/2018 |02:01
Redacción El Universal
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Como pretenden gobernar este país, deberían ser un poco más conscientes de la vulnerabilidad: México es el país en donde matan a más periodistas, empatado con Siria.

Eso no parece importar a los aspirantes más relevantes en la contienda presidencial. Y elevan el tono de amenaza y calumnia contra medios de comunicación y periodistas

Hace unos días, el equipo de José Antonio Meade amenazó con demandar al portal de noticias Animal Político. ¿Qué hicieron los colegas de este sitio web para merecer tal amago? Presentar una nota en la que retomaron las denuncias y señalamientos oficiales de la Auditoría Superior de la Federación en contra de la Secretaría de Desarrollo Social, en el lapso de tiempo en que fue encabezada por Meade y la cada vez más cuestionada Rosario Robles. El tono de la carta enviada por la campaña priísta rebasa el usualmente empleado para solicitar una réplica.

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Antes, Ricardo Anaya usó un tono aún más duro contra el periódico EL UNIVERSAL, que en varias primeras planas ha cuestionado el origen de la fortuna del precandidato panista y su familia. Anaya estuvo insatisfecho con la cobertura del periódico y llevó su caso a tribunales. Hasta ahí está en todo su derecho. Pero luego, en los spots que por ley obtiene como regalo de los medios de comunicación electrónicos para difundir sus propuestas, empezó a dirimir su disputa personal con el periódico, en un duelo francamente desigual y en un tono que enciende los odios y descalifica a rajatabla.

La más reciente fue de Andrés Manuel López Obrador. Uno de sus más cercanos voceros en México y el extranjero, en su colaboración habitual en el canal en español de la televisora RT (Russia Today), de manera agresiva y mentirosa se lanzó en mi contra con una asombrosa violencia verbal acusándome de ser un instigador de que Rusia se está metiendo en la elección mexicana para apoyar a AMLO. ¿Cuál fue mi pecado? Presentar en el programa de televisión a mi cargo una mesa de debate en la que se abordó el tema dando voz a las dos visiones: a favor de ese argumento estuvo Francisco Martín Moreno y en contra Gerardo Esquivel. Un ejercicio periodístico plural, de debate respetuoso y de nivel, pero que no gustó a ese grupo de poder que se dice promotor del “periodismo libre”, pero que no acepta más opinión y verdad que la propia, y que no aprueba más que la adulación: siempre hemos sabido que no aceptaba la crítica, ahora sabemos que tampoco acepta que se presenten al público las dos caras de una misma moneda. Vaya tono el que empiezan a fijar de cara a la campaña y a su posible gobierno.

No me extrañaría que este tono violento de los presidenciables sea objeto de una denuncia de las organizaciones no gubernamentales dedicadas a la protección de la libertad de expresión. Porque las palabras sí importan. Las palabras sí desatan violencia, especialmente entre los fanáticos. Y los fanáticos se empiezan a contar por miles en estas temporadas políticamente tensas.

historiasreportero@gmail.com