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1.- Desesperados, presionados, preocupados y casi hundidos en Washington los primeros días de su visita, los altos funcionarios mexicanos estaban buscando por cualquier vía que les abrieran las puertas del gobierno para negociar. Fueron días difíciles porque llegaron el viernes y hasta el miércoles entraron a la Casa Blanca. Fue clave el papel de Jared Kushner, yerno y súper asesor del presidente Donald Trump, para abrir la agenda oficial a la parte mexicana, al grado que un alto funcionario de la 4T dijo: “quién lo iba a pensar, tanto que lo criticamos y ya estamos como Videgaray: colgados del yerno”; y luego, luego se justificó: “pero es que, la verdad, sí ayuda”.
2.- Todavía no tomaban el avión de regreso, después de haber logrado desactivar al menos temporalmente los aranceles, cuando ya estaban pensando cuál será la siguiente amenaza de Trump: mientras esté en campaña por su reelección, puede volver a los aranceles, seguir con lo de “tercer país seguro” o impulsar la queja por las drogas que manda México a Estados Unidos. Esta última se las cantaron mientras estaban en Washington. Y ya se están preparando para responder cuando se vuelva el tema central de la agenda trumpiana.
3.- En la misión a Washington para tratar de convencer a Trump de que no aplicara los aranceles, no pintó Gobernación. Notable que se estuvieran arreglando asuntos migratorios y no estuviera ahí el jefe del Instituto Nacional de Migración, el doctor Tonatiuh Guillén. Pero hubo una razón para que el presidente López Obrador determinara que no formara parte de la delegación: cuando a finales de marzo voló a Miami la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero para reunirse con su entonces homóloga norteamericana Kirstjen Nielsen, el doctor Tonatiuh Guillén formaba parte de la comitiva. En la junta, cuando la entonces secretaria Nielsen exigió que controlaran el flujo de migrantes, el funcionario mexicano respondió defendiendo el derecho a la migración y la movilidad. Ese discurso enfureció a los vecinos del norte, al grado que Nielsen habría levantado la voz hasta la frontera con el grito y el regaño. Aparentemente por eso no llevaron a Tonatiuh Guillén esta vez a Washington. Por cierto, en la comisión para cumplir los compromisos con Estados Unidos que nombró el presidente el martes en su conferencia mañanera, tampoco aparece el titular de Migración.
4.- En la reunión del equipo mexicano con los congresistas del Partido Demócrata, encabezados por su líder Nancy Pelosi, el vocero de la cancillería no fue el único que le entró a los cacahuates. También un diputado estadounidense, que hasta se atragantó cuando le cedieron sorpresivamente el uso de la palabra.
SACIAMORBOS
Cuentan que está tan preocupado el ex presidente que ya contactó a uno de los famosos abogados penalistas del país para que lo defienda del caso Pemex. Lo curioso es que el penalista le dijo que ya estaba ocupado defendiendo a otro involucrado en el mismo asunto.
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