Claro que podemos hablar de temas de cancha, de resultados, de goles, de puntos y porcentajes, etc. Podemos seguir jugándole al Tío Lolo y seguir como si no pasara nada malo ni fuera de su lugar en nuestro futbol dizque profesional, podemos seguir diciendo idioteces como las que hace días escupió SANTIAGO BAÑOS, quien afirmó sin pudor alguno que “el futbol mexicano esta a la altura de las mejores ligas del mundo”.

Curiosamente, en las últimas semanas se han presentado en nuestro sucio futbol dizque profesional una serie de situaciones que pintan con toda claridad la realidad de una liga mediocre, pésimamente administrada y vergonzosamente cobijada por el influyentismo y el amiguismo de quienes deberían ser los más interesados en mantener su negocio en orden y con transparencia.

Ahí está el registro improcedente y fuera de reglamento de un jugador sin que la liga mostrara un mínimo de rubor. La vergüenza de haber aceptado que un jugador utilice dos números diferentes en el mismo torneo, algo también prohibido por el reglamento de competencia, el ridiculazo al tener que suspender un juego oficial porque los responsables de ubicar una pantalla gigante en el estadio Jalisco no lo pudieron hacer a tiempo, y les valió madres cualquier argumento o reglamento.

Sin el menor respeto para la afición y el reglamento lo suspendieron por sus pistolas, y ahora tenemos que en el encuentro entre CRUZ AZUL Y SANTOS celebrado en el estadio AZUL, Ventura Alvarado, jugador de Santos, sufrió un fuerte golpe en la cabeza, tan fuerte que tuvo que ser llevado al hospital inmediatamente... pero qué creen, que el pinche carrito en el que se debe retirar a los jugadores lesionados del campo NO FUNCIONÓ PORQUE LE FALTÓ GASOLINA y entonces, pasándose por el arco del triunfo el protocolo de primeros auxilios médicos que se debe seguir en estos casos, lo subieron a una camilla y así lo sacaron del campo, zarandeándolo y tratándolo como si fuera un costal de papas, poniendo en riesgo la vida del futbolista... a todo esto súmenle los problemas de violencia, y la reventa, y los expendios de licor afuera del estadio de CU, y el cada vez más claro y fuerte grito de PPPPUUUUUTTTTTOOOOO que los aficionados siguen utilizando en los despejes del portero rival, y tenemos un panorama bastante triste y preocupante, pero muy apegado a lo que en realidad es el ambiente que PREVALECE en la Liga Muy X... un ambiente de absoluto desorden y anarquía, ambiente ADAPTABLE Y MOLDEABLE “ASEGÚN” quien sea el infractor, sus influencias, y su peso específico en el seno de una Federación manipulada hasta el tuétano por una o dos personas... en demérito y perjuicio de millones.

PD.— VIVA MÉXICO... VIVA LA LIGA MUY X.

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