Mis estimados Voladores:
Les escribo mi carta sema-nal con carácter de urgencia.
¡Necesitamos su asesoría!
Muchos mexicanos estamos muy desesperados por la encuesta que se llevará a cabo en octubre 29 por el tema de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Estamos muy angustiados y nerviosos porque no sabemos qué resultados van a salir de la famosa encuesta.
Y como expertos que son en el tema de volar, necesitamos su valiosa opinión.
Y como sé que han estado volando todo este tiempo y no están enterados del tema, les daré unos antecedentes para ubicarlos:
Fíjense que desde que Vicente Fox era presidente se empezó hablar de la construcción del nuevo aeropuerto.
Calderón siguió con la idea de que sí era de suma importancia para la conectividad con el mundo construir un nuevo aeropuerto.
Como la obra era una obra gigantesca, Calderón inició los estudios de viabilidad para su construcción.
El nada tonto de Calderón decidió asesorarse de verdaderos expertos en Aeronáutica (nada más faltaron ustedes).
Le pidió a ingenieros egresados de la UNAM y del Poli que hicieran los estudios y que nos dieran su opinión.
Les aclaro, mis queridos voladores, que estos ingenieros eran expertos en temas de Aeronáutica.
¿Pues qué creen?
Por decisión unánime recomendaron que ¡el terreno de Texcoco era el mejor lugar para construirlo!
No contento con la recomendación, Calderón o Peña Nieto ordenaron que la organización más importante del mundo en Aeronáutica diera su opinión.
Esta organización llamada MITRE y que depende MIT —una de las Universidades más prestigiadas en el mundo— coincidió que Texcoco era el lugar.
Y es así como hace tres años inició la construcción del aeropuerto.
Todo iba bien hasta que…
...en julio de este año aparecieron nuevos expertos en el tema.
Un ingeniero Riobóo y un ingeniero Jiménez Espriú.
Ellos no coincidían con los expertos que les mencioné.
Ellos coincidían con dos expertos chilenos que dijeron que el piso de Texcoco era inestable y que era mejor construirlo en la base militar de Santa Lucía.
El presidente electo les creyó y ahora nadie sabe qué hacer.
Y aunque muchos ingenieros expertos le explicaron a sus dos colegas que hay aeropuertos construidos sobre el mar, como Hong Kong, Hawaii, Maui, Gibraltar, Sydney, Nueva York etcétera, etcétera, dijeron que Texcoco era más diferente que estos aeropuertos.
Y esta es la razón de mi carta:
Contratarlos para que su decisión sea la definitiva.
Un grupo de amigos y yo hemos juntado 17 mil 322 pesos para cubrir sus honorarios.
Sé que no es mucho, pero lo tienen que hacer por México.
Su opinión será la más certera y exacta.
Y estoy seguro que lo que ustedes digan…
¡Se hará!
¡Por favor, digan que sí!
P.D. Esta carta se la dedico a mi amigo Sergio Alcocer.
eluniversal@alazraki.com.mx