Previsiblemente, las leyes secundarias de la banca abierta se publicarán en México en enero del próximo año, siguiendo la estela de países como Reino Unido, donde ya es una realidad. ¿Será signo de lo que vendrá en nuestro país lo que ya está siendo una realidad en otras latitudes? Analicemos las tendencias globales de la banca abierta para comprender cómo los bancos incumbentes, Fintech , los bancos nuevos y las firmas no financieras podrían operar en México y qué pueden hacer los primeros para aprovechar la banca abierta.
Desde la perspectiva de los bancos incumbentes, un pequeño número de instituciones bancarias a nivel mundial parece haber adoptado la banca abierta como una iniciativa estratégica; aunque la mayoría lo ven como un ejercicio de cumplimiento. BBVA, Nordea y Lloyds Bank UK lideran el paquete. Además, Lloyds Bank recientemente declaró su ambición de ser el banco digital número uno del Reino Unido que utiliza la banca abierta como un activo estratégico.
En otro orden de cosas, muchas instituciones incumbentes han creado portales para desarrolladores. Por ejemplo, a nivel mundial, más de 50 bancos ya poseen portales de banca abierta para desarrolladores. Sin embargo, solo BBVA y el DevExchange (Capital One) han sido capaces de crear comunidades prósperas, volviendo a ofrecer las herramientas abiertas a los de desarrolladores. La mayoría de las firmas posee portales de banca abierta, pero aún no los explota y tampoco proporciona recursos verdaderamente amigables para el desarrollador.
Por otro lado, las fintech han sido más rápidas que los bancos para innovar con la banca abierta y han desarrollado sus modelos de negocios para aprovechar la banca abierta, modificando su estrategia de comercialización de forma más rápida que las insitituciones tradicionales. Asimismo, han comenzado a utilizar la banca abierta para abordar necesidades no satisfechas. Por ejemplo, CreditLadder, en Reino Unido, ayuda a los inquilinos a usar sus pagos de alquiler para crear un historial crediticio. SafetyNet Credit, también en las Islas Británicas, ayuda a los clientes a evitar sobregiros con soluciones de crédito personalizadas basadas en datos bancarios abiertos. Además, la agencia de referencia de crédito TransUnion está desarrollando productos de solvencia crediticia y asequibilidad más completos, utilizando datos detallados de transacciones en tiempo real- obtenidos a través de la banca abierta-. Seguramente, otras fintech similares ingresarían definitivamente al mercado mexicano una vez que Open Banking se convierta en una realidad.
Por otro lado, los nuevos bancos han buscado una escala rápida a través de la interoperabilidad en esta era de la banca abierta. Por ejemplo, el banco digital Starling en Reino Unido, a través de su open API, permite al usuario integrarse con diferentes portales de otros bancos, Fintechs aplicaciones de administración de dinero y billeteras digitales.
Otro punto interesante a tener en cuenta es que las firmas no financieras están considerando ingresar al mercado de servicios crediticios. Por ejemplo, el intercambio de datos bancarios abiertos y el compromiso regular de los clientes ofrecen a los operadores móviles la oportunidad de proveer servicios financieros. Por ejemplo, Giffgaff de Telefónica en Reino Unido usará la información del producto disponible a través del mandato de banca abierta del país y el acceso a los datos de transacciones, para analizar los hábitos de gasto de los clientes, y ofrecer información sobre sus operaciones habituales. Por otro lado, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) está desarrollando su propia solución de pago. Esta solución permitiría los pagos directos en la cuenta bancaria para los boletos de avión que cotizan las transacciones con tarjeta.
Todos estos ejemplos podrían tener su réplica en el mercado mexicano. Los bancos locales deben analizar los éxitos y desafíos que enfrentan frente a los grandes competidores a nivel mundial y continuar vigilando el ecosistema Fintech. A través de estos aprendizajes, las instituciones bancarias pueden observar el desarrollo de iniciativas y adaptarlas a la realidad del país. Esto les permitirá cumplir con las regulaciones de la banca abierta, crear modelos de negocios innovadores y mejorar la experiencia del cliente. Es decir, lograr un ecosistema en el que todas las partes ganan.