Ante la tragedia del 19-S la respuesta de la clase política ha sido decir que quieren hacer ‘donativos’ para solidarizarse ante la tragedia. Pongo donativos entre comillas porque es difícil hablar de donar algo que de entrada les fue entregado del erario, pero hasta ahí llega la generosidad de la clase política.
Entre las propuestas de los partidos hay diferencias sobre como ‘donar’.
El PRI renunció ya formalmente a 258 millones de pesos, que es el monto del financiamiento público de lo que resta de este año. Además, propuso una reforma que elimine diputados y senadores plurinominales y que a partir de ahora el financiamiento a los partidos se haga a través de recursos privados provenientes de donativos de militantes y simpatizantes, así como del público en general interesado en apoyar al partido de su elección.
Morena se comprometió a donar el 50 por ciento de su presupuesto y pidió que el dinero sea manejado por un fideicomiso especial y pidió que el INE done lo mismo. También proponen eliminar pensiones a ex presidentes y vender la flota aérea del gobierno.
El PAN dijo que renunciaría a todo aquello que legalmente no esté comprometido para este año, así como la renuncia total a su pauta de medios. Además, propone eliminar prerrogativas como seguro de gastos médicos y pagos de celulares a funcionarios públicos.
El Panal propuso donar 20 por ciento de los gastos de campaña y 6 por ciento de los gastos ordinarios y que estos recursos sean administrados a través de un fideicomiso.
El PVEM ofreció donar 25 por ciento de su presupuesto de 2017, que equivale a 85 millones de pesos. El Partido Encuentro Social se comprometió a donar 20 por ciento de sus recursos para los damnificados por los sismos.
Movimiento Ciudadano dijo que donará 100 por ciento de su presupuesto. Y el PRD no especificó cantidad, aunque dijeron que están dispuestos a donar para los damnificados a través de un fideicomiso.
Todas estas propuestas suenan bien y necesarias. La verdad es que hay mucha tela de donde cortar. Sin embargo, implican conceptos y recursos muy diferentes. ¿Son realmente viables las propuestas o se trata de una simulación ante la tragedia? ¿Cuándo van a hacer el donativo? ¿Cuánto implica cada una de estas propuestas?
Porque, por ejemplo, la propuesta del PAN de renunciar a su pauta de medios implica un bien que no es tangible. ¿Cómo se dona algo intangible? Cuando nos hablan de donar los gastos de campaña, ¿cómo le van a hacer los partidos para que ese dinero se entregue ahora? O ¿van a donarlo hasta febrero, cuando reciban esta bolsa de dinero? Y aquí cabe aclarar que esa bolsa, la de los gastos de campaña, es la bolsa chica de los recursos que reciben los partidos. La bolsa grande y sobre la que tienen control desde hoy, es la del gasto ordinario.
Si hace 32 años se habló de que la tragedia fue un impulsor del cambio democrático en México, hoy la tragedia puede ser lo que lleve a una modificación seria, bien pensada, sobre el costo de las elecciones y el financiamiento a los partidos. Para un país como México, destinar casi 26 mil millones de pesos para elecciones es un abuso al que debe ponérsele un freno ya.
APOSTILLA: Entre los edificios colapsados se ha detectado que hubo fallas en inspecciones y hubo corrupción cuando éstas se realizaban y no se cumplía con la norma. ¿Qué sigue ahora? Dueños, directores de obras e inspectores deben enfrentar todo el peso de la justicia. Si en una obra mal construida y mal supervisada hubo muertos, la acusación es homicidio imprudencial. Es lo que hoy debiera enfrentar Mónica García Villegas, la dueña y directora de la escuela Enrique Rébsamen, y Juan Mario Velarde Gámez, el director responsable de la obra que fue acreditado ante la Seduvi.
@AnaPOrdorica