El irlandés Shane Lowry completó la faena de su carrera al conquistar brillantemente la edición 148 del Open Championship , luego de una sorda y cerrada batalla bajo la lluvia en Royal Portrush , que finalmente arrojó una tarjeta final de 72 golpes y un score total de 15-bajo par.
En la jornada final del campeonato, finalmente el clima acostumbrado del Open Championship se hizo presente, provocando el desconcierto y la frustración en muchos de los contendientes, quienes no pudieron aplicar la presión a Lowry, quien manejó los últimos 18 hoyos con gran aplomo y maestría y al final su victoria por margen de seis golpes refleja lo que ocurrió en Portrush este domingo.
Tommy Fleetwood,
su compañero de grupo, no fue el oponente que hubiese ofrecido una férrea resistencia, lo que habría agregado una gran dosis de emotividad y drama a la ronda final. Con buenas oportunidades que se le presentaron en los primeros hoyos, Fleetwood demostró que aun no está listo para disputar los grandes torneos con pasta de campeón. Lejos de ello, la pequeña puerta que Lowry l e abrió al comienzo, rápidamente fue cerrada por el propio Fleetwood, incapaz de generar fuegos artificales que hubiesen desatado una gran emoción y delirio entre los aficionados. Habiendo salido con cuatro golpes de desventaja, Fleetwood disparó una vuelta de 74, tres-sobre par y ocupó el segundo sitio con score de nueve-bajo par. Cabría decir también que mucha suerte tuvo para finalizar como subcampeón en solitario.
El eventual ganador, Shane Lowry completó los 72 hoyos con 269 golpes, 15-bajo par y conquistó así su quinto título y primer torneo mayor en su carrera.
Su cierre, ya con la tranquilidad de que sería el ganador, fue de antología: embocó su último birdie en el hoyo 15 y ligó tres valiosos pares en los tres hoyos finales para asegurar la copa de clarete en sus manos.
El tercer sitio fue para el estadunidense Tony Finau , con una excelente ronda de 71, par de campo y de esta manera acumuló 277 golpes, siete-bajo par. El espigado jugador cosechó dos birdies (7, 12) y sufrió solamente dos bogeys (11, 13) en su recorrido final. El estadunidense Brooks Koepka, ganador de cuatro torneos mayores en los tres últimos años, registró un inicio desastroso, ya que cometió cuatro bogeys consecutivos al arranque de su vuelta. Tanto Koepka como Westwood acumularon 278 golpes, seis-sobre par.
Otro jugador que tuvo sus destellos fue Rickie Fowler, quien se recuperó de un costoso doble-bogey en el hoyo 1, con una ráfaga de tres birdies consecutivos (2, 3, 4); sin embargo, un doble-bogey adicional en el 10, definitivamente frenó sus aspiraciones y, al igual que Koepka, terminó con 74 golpes. Así, finalizó en un cuádruple empate en sexto lugar, al lado de Tyrell Hatton (69), Robert McIntyre (68) y Danny Willett ( 73).
Solamente hubo dos rondas sin bogeys; el 66 de Molinari y un 70 del austriaco Bernd Wiesberger, que sólo cosechó un birdie, pero el resto fueron 17 pares.
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