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Hace unos días, durante un foro de pacificación realizado en Saltillo, el futuro secretario de seguridad Alfonso Durazo se refirió al reclutamiento de niños, niñas y adolescentes por parte de bandas criminales: “Diversas organizaciones sociales estiman que hay en el país alrededor de 460 mil niños ‘halcones’, armados hasta los dientes, y yo les digo a ustedes que no podemos dejar a esos niños como horizonte de vida una vida de criminalidad”.
La cifra es extrañamente precisa. El inminente funcionario no habló de casi medio millón o varios cientos de miles, sino de 460 mil. Y citó como fuente a diversas organizaciones sociales, en plural.
¿Qué organizaciones sociales produjeron esa cifra? No tengo la menor idea. No pude encontrar ninguna referencia a ese número o algún dato similar que no fuese la propia declaración de Durazo.
Las estimaciones disponibles son bastante distintas. En un reporte publicado en 2015 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (https://bit.ly/2qzP5z4), se señala que hay en México “por lo menos 30,000 niños y adolescentes de menos de 18 años que cooperan activamente con la delincuencia organizada”. La fuente de ese dato era un reporte de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), publicado en 2011 (https://bit.ly/2OG4Xfn).
Por su parte, la organización Cauce Ciudadano estimó en 2011 que aproximadamente 75 mil menores de edad estarían involucrados con bandas del crimen organizado (https://bit.ly/2PVo5q7).
Asimismo, en un reportaje publicado por Animal Político en 2012, se cita un documento de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados donde se señalaría que “al menos 25 mil adolescentes y adultos jóvenes (no mayores de 25 años) han sido cooptados por los cárteles de la droga para desempeñar distintas funciones en sus estructuras operativas” (https://bit.ly/2xywPvq).
Hay algunas otras cifras relevantes, algunas con alcance regional, estatal o municipal (p.e., https://bit.ly/2EikDQY), pero ninguna se parece ni remotamente al número presentado por el futuro secretario de seguridad.
Además, la cifra parece un tanto inverosímil si se consideran los datos demográficos relevantes. Previsiblemente, la gran mayoría de los niños y jóvenes involucrados con bandas criminales son hombres. Asimismo, es probable que la gran mayoría se ubique en años de adolescentes. Asumamos para fines de cálculo que de los 460 mil reclutas del crimen organizado mencionados por Durazo, 80% son hombres y 90% son adolescentes. Eso significaría que habría 331 mil varones entre 12 y 17 años de edad trabajando para bandas criminales.
Según datos de Conapo, el número de hombres entre 12 y 17 años se ubicó en 2017 en 7.8 millones. En consecuencia, si el dato de Durazo fuese correcto, aproximadamente uno de cada 25 adolescentes varones en México trabajaría para el crimen organizado. Considerando que hay variaciones regionales en la presencia de bandas criminales en el país, habría zonas donde la proporción sería de uno de cada diez o menos. Nótese que en este caso no se estaría hablando de población en riesgo de ser reclutada, sino de jóvenes ya integrados a bandas delictivas. Francamente dudo que ese dato sea correcto.
Pero estoy abierto a que me convenzan de lo contrario. Tal vez centenares de miles de niños y adolescentes participen de manera abierta y cotidiana en grupos criminales. Tal vez el futuro secretario Durazo tenga información que pruebe ese hecho.
Si la tiene, sería bueno que la presentara a detalle y no se limitara a referirse a estimaciones no especificadas de organizaciones sin nombre. De otra forma, vamos a acabar creyendo que simplemente inventó el número.
alejandrohope@outlook.com. @ahope71