Alejandro Hope

La numeralia de la muerte

07/06/2019 |01:31
Redacción El Universal
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¿Cuántas personas fueron asesinadas en México entre 1990 y 2017? 460 mil 653. De ese total, más de la mitad (233 mil 219, para ser preciso) fue ultimada en la década posterior a 2007.

¿Cuánto potencial humano se despilfarró en esa avalancha de muerte? 16 milones 655 mil 727 años de vida potencialmente productivos.

Esos son solo dos de los muchos hallazgos que se pueden encontrar en el reporte “Patrones y Tendencias de los Homicidios en México”, publicado la semana pasada por el Inegi, como parte de la serie En Números: Documentos de Análisis y Estadísticas.

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El documento es enormemente informativo y no se le puede hacer justicia en una sola columna, pero va una selección de los datos que presenta:

1. En 2007, México tenía la trigésimotercera mayor tasa de homicidio en el continente americano. Para 2016, había brincado al décimo lugar.

2. El homicidio en México es un fenómeno preponderantemente masculino: aproximadamente 90% de las víctimas de homicidio son hombres. En 2017, la tasa de homicidios entre hombres fue de 45 por 100 mil habitantes contra 5 por 100 mil en el caso de las mujeres.

3. El homicidio afecta mayoritariamente a los jóvenes. Desde 1990, más de la mitad de los hombres víctimas de homicidio tenían entre 18 y 35 años de edad. El 37% de todas las víctimas (hombres y mujeres) se ubicaban en un rango de edad de 15 a 29 años.

4. De 1990 a 2017, siete de cada diez víctimas de homicidio no habían cursado más allá de la secundaria. No obstante, la proporción de víctimas con estudios medios o superiores ha ido creciendo en el tiempo: de 10.2% a 26.4% del total entre 1990 y 2016.

5. En su mayoría (siete de cada diez), los hombres son asesinados con arma de fuego. Con las mujeres, la situación es distinta: 58% muere por arma de fuego, pero una de cinco fue agredida mediante ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación. Alrededor de 40% de los homicidios de mujeres fueron cometidos por sus parejas.

6. El estudio no encontró un patrón estacional en la ocurrencia mensual de homicidios entre 1990 y 2016, pero sí existe un patrón en término de días: 17.2% de los homicidios sucedieron en domingo y 15.5% en sábados. Y la noche es mucho más peligrosa: 61.4% de los homicidios tuvieron lugar entre las 6 de la tarde y la 6 de la mañana.

7. El homicidio es un fenómeno cada vez más urbano: en 2000, 58.3% de los homicidios sucedió en localidades de más de 100 mil habitantes. Para 2015, la proporción correspondiente era 65.9%.

8. La mayoría de los homicidios se concentra en pocos municipios: en 2017, 78% de las muertes por agresión sucedieron en 10% de los municipios del país. De hecho, menos del 5% de los municipios concentraron el 50% de los homicidios.

9. El estudio encontró tres grandes zonas calientes, donde se concentraron una buena parte de los homicidios cometidos desde 1990: una primera, conformada por municipios de Michoacán, Guerrero y Oaxaca; una segunda, ubicada en los estados de Chihuahua, Sonora, Sinaloa y Durango; y una tercera, surgida a partir de 2008, en los estados de Tamaulipas y Nuevo León.

10. El número de municipios en las zonas calientes ha disminuido en el tiempo, pasando de 140 entre 1990 y 2007, a 106 entre 2008 y 2017. Pero las zonas calientes se volvieron mucho más violentas entre esos dos periodos, pasando la tasa de homicidio en esas regiones de 31.9 a 62.5 por 100 mil habitantes.

11. El incremento de los homicidios a nivel nacional se ha dado más por la intensificación del fenómeno en zonas tradicionalmente violentas y menos por el surgimiento de regiones con violencia emergente.

En resumen, si les interesa el tema de los homicidios, lean el reporte completo (http://bit.ly/2ZgWGDP). Bien vale la pena.

alejandrohope@outlook.com. @ahope71