Y de verdad que añoran a Javier en el PRI de Veracruz. Claramente no por su prestigio como ex militante del partido, pero sí cuando de resultados electorales se trataba. Dejando de lado su debacle en la urnas frente a Miguel Ángel Yunes Linares (la cual ocurrió durante su declive), mantuvo en términos generales y “repartiendo sombrerazos”, a un tricolor dominante en el estado.
También extrañan a Fidel Herrera Beltrán. Si bien es cierto al oriundo de Nopaltepec le reprochan la selección de su sucesor, (precisamente en la figura de Javier Duarte), el PRI de esa época no soltó tampoco la manija del estado, ni en la mayoría de los ayuntamientos y mucho menos en el Congreso.
De hecho, cuando se venían temas polémicos cuya decisión dependía de una aprobación en la legislatura local, aunque hubiera resistencia de la oposición (sin importar lo poderosa o no que fuera en número o influencia), el cabildeo lo conducían con billetes, labia o “intercambios”, pero acababan llegando a acuerdos.
Cierto es que en los tiempos de Herrera y Duarte no había ganado un López Obrador con más de 30 millones de votos; tampoco existía la austeridad que hoy se experimenta, y mucho menos el PRI vivía la crisis interna y económica que atraviesa hoy, pero aún así, algo habrían sacado de la chistera (obscura o no) para generar resistencia.
Y aunque sus desenlaces fueron diametralmente opuestos, uno en la cárcel declarado culpable y otro buscando consolidar su salud, más de un priísta reconoce que fueron tiempos de dominio en un Veracruz que no se vislumbraba gobernado por el PAN, mucho menos por un partido que comandara López Obrador.
Se acabaron, al menos por un buen rato, aquellas épocas donde el PRI creaba partidos satélite, o bien, se daba el lujo de escoger alguno para dicha tarea, como lo hizo con el Verde Ecologista, mismo que paradójicamente hoy (de la forma que sea) goza de mayor salud electoral que el propio tricolor.
Buena parte del priísmo en el País considera que con la inminente llegada de Alejandro Moreno a la dirigencia nacional, Morena y AMLO tendrán a su partido satélite buscando consolidar su dominio rumbo a las elecciones intermedias.
En Veracruz, además de los diputados federales, se renovará la legislatura local y también presidencias municipales. ¿Qué ocurrirá con el PRI estatal?, ¿pondrán resistencia a la presunta corriente interna “pro López Obrador”, o sucumbirán ante una “instrucción superior”? Veremos.