Contabilizada como una de las potencialidades del país la producción de televisores hacia los mercados externos, hete aquí que el valor agregado, o si lo prefiere el porcentaje de contenido nacional, es de sólo 0.7%.
Nuestras maquiladoras arman el rompecabezas con partes traídas del exterior. La aportación, pues, es una mano de obra barata. Y aunque también se colocan en las estadísticas las crecientes ventas de equipos de comunicación, el retrato es idéntico: 0.7%.
De ahí el que a pesar del tradicional superávit en la balanza comercial con la economía de Estados Unidos, el país registró un déficit con 34 naciones con las cuales ha firmado acuerdos mercantiles.
Durante el año pasado, el desequilibrio total entre las importaciones y las exportaciones fue de 54 mil 402 millones de dólares. Si integramos el acumulado a partir de 1992 en que México abrió de par en par sus fronteras, estamos hablando de 994 mil 533 millones. No hay, pues, exportación sin importación.
Aunque existen rubros menos dependientes, el escenario sigue siendo patético.
Así, en materia de producción de equipos médicos para exportación el valor agregado es de 3.4%, creciendo a 28% en equipos de iluminación.
Nuestras mejores cartas se ubican en productos de cuero y calzado, con 38%; manufacturas de plástico, con 38%, y textil y confección, con 29%.
En el capítulo estelar del país, el armado automotriz, el nivel de contenido nacional, que en 1993 llegara a 38%, ha decrecido a 26%, por más que a escala regional, incluido Estados Unidos y Canadá, llegamos hasta 62.8%.
En la cima está el moldeo de piezas, con 71%. Si en 1998 México ocupaba el escalón 39 en materia de competitividad global, alcanzando el 34 un año después, hoy nos situamos en el 51. Y si al inicio del milenio el país se erigía como la novena potencia exportadora del planeta, hoy somos la número 18, pese a los tratados de libre comercio con 48 países.
Colocadas en escena una serie de reformas estructurales que apuntaban a reforzar la competitividad del país, el efecto se ha ido diluyendo, sin que el país esté en mejor posición internacional, pese a los destellos.
Llamaradas de petate, dirían.
Balance general.
De acuerdo con documentos elaborados con apoyo de la Fundación Heinrich Böll México y el Caribe ( El Carbón Rojo de Coahuila. Aquí se termina el silencio ), la tragedia en la mina de Pasta de Conchos no la originó como se dijo insistentemente, una caprichosa acumulación de gases, sino un sistema de ventilación ineficiente por las precarias condiciones de seguridad y mantenimiento de ésta. El texto subraya que en la región carbonífera de Coahuila se han registrado 3 mil 103 muertos por explosión a partir de 1900, sin que se haya penalizado a ninguna empresa por malas condiciones de seguridad laboral.
El Grupo México, de Germán Larrea Mota Velasco, descuidó la mina al no resultarle ya rentable.
El trabajo se realizó durante 12 años por la insistencia de la Organización Familia Pasta de Conchos.
Bola negra en Cruz Azul. Hasta hoy la directiva de la empresa Cruz Azul ha denunciado a ocho funcionarios o cooperativistas cuyo común denominador es haber externado inconformidades por los manejos de ésta.
En la lista están desde el expresidente del Consejo de Administración, Raúl Enríquez, a quien se sigue la causa penal 165/20118, hasta el presidente del Consejo de Vigilancia y director comercial, Manuel Velázquez (causa 8/2019), pasando por el exdirector financiero, Juan Manuel Briseño.
Las querellas oscilan desde presuntos fraudes hasta trata de personas.
En la ruta está el presidente del Consejo de Administración, José Antonio Marín Gutiérrez (causa penal 27/ 2017); el gerente de ventas de la Zona Centro, Jorge Cruz Romero (Carpeta CI-FDTP/TP-1-01-1CD1DI0003/03-2017) acusado de trata de personas, y Wilfrido Alfredo Arriaga Reynoso, gerente general de planta (04/2018).
En paralelo, se ha llevado a la barandilla a Juliana Reynoso y Valentina Hidalgo, fundadoras de Cruz Hada (Carpeta NUC12-18-19039)
¿Cuerda floja?
La aprobación por parte del Congreso de la Unión de una reforma a la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro que permite la conversión de las sociedades de inversión de las administradoras de los recursos en fondos, lo que da pauta para operaciones más redituables, pero también más riesgosos, ha levantado una espesa polémica.
Desde un ángulo hay quienes consideran que se coloca a los ahorros en posición de más minusvalías, en tanto otros consideran que es la única opción para garantizar un retiro digno, como lo manda la ley.
En Chile se abrió un escenario similar en la frontera de completar el primer ciclo, pese a lo cual hubo protestas en las calles cuando se conoció el monto pensionario.
El nuevo esquema permite disminuir costos.