Aparentemente, bajo esa pauta, las señales de paz que está enviando el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, apuntarían a no lanzar más fuego a la hoguera, en la esperanza de que las aguas regresaran solas a su cauce. Sin embargo, la experiencia en la relación bilateral con Estados Unidos apunta a que sin el ojo por ojo no hay posibilidad de penetrar la coraza.

Cuando el país del norte había incumplido sistemáticamente los acuerdos del TLCAN en materia de transporte de mercancías, incluidas dos resoluciones condenatorias por parte de sendos paneles de solución de controversias, México aplicó represalias que en el papel eran inocuas, por ejemplo imponer aranceles a croquetas de perro o árboles de navidad, pero que en la práctica afectaban zonas de producción del país vecino.

La presión logró que año y medio después Estados Unidos retirara sus candados, en cuya firma del acuerdo un importante funcionario a ese país le confío a la contraparte que sin las represalias no habría habido forma de reversa.

Si el país optara por recurrir el arbitraje internacional para denunciar del dicho al hecho ante la amenaza del país del norte de imponer aranceles de 25% a todas las exportaciones mexicanas en un marco gradual que empezaría con 5% el 10 de junio, para llegar al total en octubre, el procedimiento podría prolongarse cinco años, con un daño al país por 38 mil millones de dólares anuales.

En el ojo por ojo permitido por la Organización Mundial de Comercio México podría hacer lo propio con las exportaciones de Estados Unidos, bajo el marco de una salvaguardia, es decir amenaza de supervivencia a determinado número de ramas productivas.

Sin embargo, los aranceles impuestos por el país al acero y aluminio procedentes de Estados Unidos en represalia por el impuesto global impuesto por la Casa Blanca, sólo produjeron una cosecha de 3 mil millones de dólares.

Incluso extrapolando el escenario a otras ramas, el golpe no alcanzaría a empatar en magnitud con el que nos asestaría el país del norte.

Bajo el marco, México podría apuntar a un escenario selectivo, es decir pegar sólo donde más duele.
Aun así el horizonte podría extenderse a que México se declarara fuera del marco de cooperación con Estados Unidos en materia de combate al narcotráfico e inmigración.

Adicionalmente, se podría vetar a empresas estadounidenses para participar en licitaciones públicas.
La política pendular.
 
Balance general

Al que le fue como en feria en una reciente reunión de trabajo con diputados fue al presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones, Gabriel Contreras, al que integrantes de la bancada de Morena y aún del PRI le sacaron sus trapitos al sol.

De entrada, salió a relucir el contrato de asesoría por 3 millones de pesos que se le acaba de otorgar al despacho SAE Consultores del que es socio el excomisionado Ernesto Estrada, con la novedad de que éste representó a Disney en su reciente fusión con la cadena Fox.

Además, el IFT autorizó un administrador para Fox Sports con supuesta etiqueta de independiente, que resultó que había trabajado 25 años en Disney hasta su jubilación. Estamos hablando de Benjamín Pyan.

Por si fuera poco, Contreras le ocultó a la recién nombrada titular del órgano interno de control del organismo las anomalías que se detectaron.
 
Se alinean magnates
En la emergencia del país frente a los amagos veleidosos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los principales magnates están cerrando filas con el gobierno.

El primero en manifestar su respaldo a las acciones que está emprendiendo el presidente Andrés Manuel López Obrador fue el presidente del Grupo Bal, Alberto Baillères, al que siguió el del Grupo Carso, Carlos Slim Helú.

Más aún, el Consejo Mexicano de Negocios, encabezado por el presidente de Mexichem, Antonio del Valle Perochena, no cancela la presentación, prevista para la semana próxima, de su plan de inversiones.
 
Patadas de ahogado
En el escenario del escándalo provocado por la detención en España de su presidente Alonso Ancira Elizondo, Altos Hornos de México está colocando lo que considera puntos sobre las íes con relación a la venta de su filial, la empresa productora de fertilizantes Agronitrogenados.

De entrada, señala que el precio pactado, según avalúo oficial, fue de 275 millones de dólares, soslayando que el compromiso fue que se asumiera también la deuda de 200 millones que arrastraba la firma.

El paralelo, aduce que le prepara a Pemex que, virtud de la condición ruinosa de las plantas, se pactará una alianza de operación conjunto en cuyo caso la petrolera pondrá las materias primas.

El problema central, empresa, no es sólo el precio, sino el soborno de 3.8 millones de dólares que presumiblemente le habría entregado al director general de la firma compradora Emilio Lozoya.
 
Primera piedra

En la expectativa de producir 340 mil barriles de crudo Maya, 170 mil de gasolinas y 120 mil de diesel por día, el domingo se colocó la primera piedra para la construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco.

En paralelo, se proyectan producir turbosina y asfaltos.
El marco habla de la creación de 120 mil empleos directos e indirectos.
El cálculo sigue hablando de un costo de 8 mil millones de dólares y un término de obra de tres años.
 
Más que centenario
Fundado en 1884, al arribo del segundo periodo del gobierno del presidente Porfirio Díaz, el CitiBanamex está cumpliendo 135 años, en un escenario que corre en paralelo con el crecimiento económico del país.

Expropiado por el gobierno del presidente José López Portillo en 1982, y reprivatizado cuatro después, en 2001 se le vendería al Citigroup de Estados Unidos.

Su último presidente antes del golpe Lópezportillista fue Agustín Legorreta, quien llegó a la posición con sólo 3% de acciones.

La intermediaria ocupa el segundo lugar en el sistema con 23 millones de clientes; mil 462 sucursales; 9 mil 300 cajeros, y 22 mil corresponsalías.
Su nómina es de 36 mil empleados.

albertobarrancochavarria0@gmail.com

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