Alberto Barranco

IMSS: 75 años

Sin mayor estridencia al calce, el Instituto Mexicano del Seguro Social cumplió el viernes pasado 75 años, en un escenario de claroscuros sobre su viabilidad a futuro tras un temerario tratamiento que lo llevó a llenar boquetes de los seguros deficitorios con los superavitarios

22/01/2018 |01:58
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

Aunque el absurdo drenado se ha cancelado, el desequilibrio plantea un pasivo total de 235 mil 420 millones de pesos, frente a un activo de 408 mil 897 millones.

El punto más álgido, sin embargo, se ubica en un faltante de reservas para el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de sus propios trabajadores que hacia un escenario actual araña los 2 billones de pesos.

Aunque desde el sexenio zedillista de cara a la pauperización del escenario financiero, se exige año con año la expedición de un Informe al Ejecutivo Federal y al Congreso de la Unión sobre la Situación Financiera y los Riesgos del Organismo, no se ha trazado aún una ruta de apoyo gubernamental que de certeza de sobrevivencia.

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

Se diría que los directores generales del organismo atenúan o de plano ocultan la tragedia para erigirse como los paladines de la reversa.

El gatopardismo soslaya la trascendencia histórica y social de la gesta para alumbrar la primera instancia en su tipo de América Latina.

A la desazón de la población de cara a los riesgos del ingreso de México a la Segunda Guerra Mundial, el presidente Manuel Ávila Camacho expidió el 19 de enero de 1943 la Ley del Seguro Social, por más que la posibilidad se abrió el primer día del 44, con sólo dos clínicas.

En la bitácora, empero, están desde el soslayamiento al mandato de la Constitución de 1917, que en uno de sus párrafos del articulo 123 exigía la creación de Cajas de Seguro Popular para atender los casos de invalidez y cesación involuntaria de los trabajadores, hasta el rechazo del Seguro Social Obrero planteado por el presidente Álvaro Obregón en 1923.

El ordenamiento fue modificado durante el gobierno del presidente Emilio Portes Gil, para darle pauta como materia de utilidad pública a la Ley del Seguro Social.

Durante su gobierno, el presidente Lázaro Cárdenas se topó con el rechazo del Congreso a lo que habría sido la Ley del Seguro Social, en el marco de la Ley Federal del Trabajo abrogada en 1931 por el presidente Pascual Ortiz Rubio.

Ahora que hacía atrás al emperador Maximiliano le rechazaron una propuesta de seguridad social para trabajadores públicos, cuya ruta se mantuvo intacta hasta 1928 cuando el presidente Plutarco Elías Calles le dio pauta a una Ley que abrió el camino para crear la Dirección General de Pensiones como semilla del ISSSTE.

Durante una de sus etapas como gobernador de Nuevo León, el general Bernardo Reyes expidió una Ley de Accidentes de Trabajo que se convirtió en semilla para que a la industrialización de Monterrey se le diera seguridad médico-privada a los trabajadores.

Al nacer el Seguro Social éste permitió la subrogación para las empresas que integraban el Grupo Monterrey.

En la larga ruta cada uno de los directores del Instituto le ha dado su propio cariz. Así, desde la época de Benito Coquet se empezó a impulsar la creación de teatros para fomentar la cultura.

Con Carlos Gálvez Betancourt a su vez nacieron las tiendas originalmente solo para derechohabientes y finalmente de abasto a todo público, hoy desmanteladas.

Con Ricardo García Sainz se le abrió la puerta a un nuevo régimen de jubilaciones y pensiones para los trabajadores del organismo, con la novedad de que no se crearon las reservas correspondientes. Estas nacieron con Genaro Borrego, a la par de la creación de la Afore XXI como instancia del organismo frente a la creación del Sistema de Ahorro para el Retiro.

Antes de ello, Arsenio Farell había comprado el equipo de futbol Atlante, y luego Santiago Levy había alertado de la tragedia financiera en ciernes.

La epopeya del IMSS.

Balance general.

Además del incremento de 4.3% en vigencia desde diciembre para las tarifas eléctricas de consumo industrial y mercantil, la Comisión Federal de Electricidad modificó la metodología de cálculo de éstas, lo que a decir de la Concamin y Concanaco se ha traducido en saltos de 29% a 150%.

Bajo la nueva base de calculo la Comisión Federal de Electricidad coloca en la bitácora los costos de transporte del fluido bajo la modalidad actual de colocar agentes privados en el proceso.

Integrados los antiguos elementos en el proceso producción-distribución en la canasta, los incrementos se ajustaban de acuerdo a la inflación.

Digamos que la reforma energética, lejos de la promesa de abatir las tarifas, colocó un esquema que las encarece.

Y aunque las tarifas para consumo doméstico están congeladas en el papel, los cambios de medidores se han traducido en alzas, en ocasiones desorbitadas.

La disyuntiva de la clientela es pagar… y luego pelear.

¿Y las vías, apá?

La presencia de un tramo sin vía en el escenario del trágico accidente provocado por el descarrilamiento de dos furgones del ferrocarril Kansas City Southern en la colonia Jardines Casa Nueva en Ecatepec, coloca otra vez en el centro de la polémica quién es el responsable del mantenimiento de éstas.

Aunque no hay certeza aún de si el fragmento lo arrastró la avalancha o no existía al momento del percance, la evidencia es crucial para deslindar responsabilidades.

Como se recordará, hace unos años la furia del huracán Stan provocó el desprendimiento de varios tramos de vía, además de la caída de puentes en la ruta del ferrocarril Chiapas-Mayab, tras de lo cual se planteó un diferendo entre la Secretaría de Comunicaciones y Transporte y la empresa concesionaria estadounidense sobre quién debía pagar los platos rotos.

La firma sostenía que siendo al gobierno propietario de las vías, éste debían asumir la responsabilidad.

El asunto terminó cuando la empresa abandonó la concesión.

Sospechosismo.

Colocada ante la secretaria de la Función Pública una denuncia de la empresa portuguesa Mota-Engil sobre lo que calificaba de injusta descalificación en una licitación para construir el edificio del Centro Intermodal de Transporte Terrestre para el nuevo aeropuerto, aduciendo que su oferta estaba dentro de los parámetros, lo cierto es que ésta los rebasaba, ligeramente al considerarse el Impuesto al valor Agregado.

De acuerdo a las bases de la licitación, el costo planteado debería incluir el tributo.

La poda se llevó también por la misma razón al consorcio integrado por la Promotora Desarrolladora Mexicana y la española Acciona, quien había colocado la oferta más baja, 9 mil 197 millones, frente a los 9 mil 517 de la quejosa.

En la ruta se quedaron también en la orilla la Operadora Cicsa, quien peleaba en unión con la Constructora de Infraestructura; Coyatoc Construcciones y Salini-Impregilo Mexicana.

Además se descalificó a la Constructora Gaype y Motal Tec Industrial por no cumplir con la totalidad de requisitos para concursar.

albertobarrancochavarria0@gmail.com