Como en el casino el crupier dice “no va más” a modo de ultimátum, en el futbol ha llegado el momento del Tottenham . El equipo de Pochettino afronta la que va a ser una temporada decisiva a la hora de valorar la competitividad de los Spurs en la Premier League.
La escuadra del norte de Londres se ha mantenido en los puestos de honor, pese a estar en inferioridad económica con sus rivales del top six; la construcción del nuevo estadio ha propiciado una inversión sumamente limitada en fichajes durante estas últimas campañas, mención especial a la última donde el equipo, magistralmente dirigido por Pochettino, afrontó una dura temporada con un gasto cero en refuerzos.
Los resultados no han podido ser más ilusionantes, resistir hasta el pasado marzo la estela de dos colosos como Manchester City y Liverpool, con los antecedentes mencionados, sólo puede ser catalogado como un éxito. La guinda del pastel llegó en la Champions League . La participación del Tottenham en la máxima competición continental fue memorable, encaramándose, nada más y nada menos, que en la gran final de Madrid.
El verano se ha presentado ilusionante en el nuevo White Hart Lane. Por fin se está hablando de refuerzos importantes y se ha completado una de las transferencias más ilusionantes de todo el mercado inglés y por qué no decirlo, europeo. El fichaje de Tanguy Ndombélé proporciona un plus de creatividad en la medular del Tottenham. El interior, ex del Olympique de Lyon, v a a dotar de calidad y recursos ofensivos —no exento de una potencia física importante— a un equipo que adoleció de diferentes procesos de ataque cuando los partidos se ponían cuesta arriba.
Por si no fuera suficiente más nombres suenan para apuntalar esa línea del centro del campo, donde se gestan las victorias y donde se fraguan las derrotas si no estás bien cubierto. Lo Celso sobremanera apunta hacia Londres. El futbolista argentino del Real Betis es uno de los nombres recurrentes durante todo el periodo estival a la hora de ser situado en los Spurs.
Incluso se especula con la vuelta a casa del hijo pródigo, Gareth Bale. El galés no ha dado lo esperado en Madrid
y su vuelta a casa, supondría la posibilidad de que el jugador se reencontrase con su mejor nivel. No negaremos que la operación es sumamente complicada de llevar a cabo; de hecho, el destino del galés parece íntimamente ligado a China.
Si el presidente, Daniel Levy, mantiene o incrementa el esfuerzo económico para reforzar el plantel, podríamos por fin disfrutar de un tercer aspirante de pleno derecho al trono. En desventaja han estado ahí capeando el temporal, sin esa desventaja económica, la hinchada de los Spurs tiene licencia para soñar.
@AitorAlexandre
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