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En el salvaje oeste había figuras icónicas, el sheriff con un pasado oscuro, los bandidos fieros y despiadados o el borracho del saloon que mascaba tabaco y lo escupía en el sucio suelo de madera. Pero hay otro que muchas veces pasa desapercibido, el tahúr.
El tahúr es ese personaje de buenas maneras que no llama la atención, incluso es tratado con desdén por el resto de personajes, pero que acaba desplumando al incauto que se sienta en su mesa a jugar a las cartas.
La Premier League es similar al oeste, no voy a repartir los papeles de sheriff, bandido y borracho para no levantar ampollas, pero sí el del tahúr. Sin duda ese papel es para Unai Emery. El entrenador vasco parte con la vitola de anodino, de cobarde incluso tras su paso por el PSG .
La tiranía de la Champions le pasó factura.
El no triunfar en Europa despojó del prestigio a un técnico que venía con tres Europa League bajo el brazo y que arrasó en las competiciones fran-
cesas, con el paréntesis del maravilloso Mónaco de Mbappé , Bernardo y compañía.
La tiranía que prima la visión de lo continental en detrimento de lo local demostró volverse a equivocar con Emery . Esta temporada con otro gran entrenador como es Thomas Tuchel, el PSG ha perpetrado el habitual desastre europeo aderezado con un papel mucho menos consistente en los campeonatos nacionales galos. Al final, como muchos sosteníamos, Unai no era tan malo ni tan culpable de los males
parisinos.
Emery llegó a Londres con ese cartel para dirigir a un Arsenal que terminaba 22 años de era Wenger . Pocos auguraban un paso alegre y exitoso del de Fuenterrabía por el Emirates, pero Unai llegó, se sentó en la mesa del saloon y sacó su baraja de cartas; una baraja en la que el as de picas es Aubameyang y el de corazones Lacazette. Un mazo de cartas en el que se inventó un joker en la figura de Guendouzi . Los contendientes iban pasando por la mesa retando al tahúr y casi todos salían despojados de sus posesiones.
En liga un buen papel, ser quinto con la sexta mejor plantilla es un avance. Lo mejor de todo fueron las sensaciones, el Arsenal parece recuperar su competitividad, algo que no estaba presente en los últimos años.
Hoy, el tahúr vasco jugará la partida final frente a otro buen estratega como Sarri. La final inglesa de Europa League quizás no nos proporcione momentos de futbol mágico y eléctrico, pero nos va a regalar una partida de cartas entre dos grandes tahúres. Las pizarras echarán chispas y, a priori, lo táctico se impondrá.
Hoy Unai Emery juega su partida, es su juego, ya lleva tres Europa League en el saco. El resto de personajes que pueblan el saloon, observarán con detenimiento las jugadas y los movimientos del tahúr.
@AitorAlexandre
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