Se disputaba el Mundial de Brasil en 1950 , el del famoso Maracanazo, y España ganaba a Inglaterra con el icónico gol de Zarra . El locutor español Matías Prats preguntaba al presidente de la Federación española de Futbol si tenía algo que decir al dictador, Francisco Franco.
Muñoz Calero
, que así se llamaba, declaró: “Claro que sí: Excelencia, hemos vencido a la pérfida Albión y le dedicamos gustosos la victoria”.
La expresión fue acuñada por el poeta y diplomático francés de origen aragonés Augustin Louis Marie de Ximénès en su poema L’ère des Français para referirse a Inglaterra, en el que animaba a atacar a “la pérfida Albión ” en sus propias aguas.
Por suerte España ya no está bajo el yugo de la dictadura y “Albión” ya no es “pérfida”, sino un aliado. Pero Inglaterra es algo más que un aliado político, es la cuna del futbol.
Y aquí me encuentro, al sur de la pérfida Albión escribiendo esta humilde columna en la que voy a tratar de trasladar a todos los hermanos mexicanos la pasión que transmite el futbol inglés. La Premier League se ha convertido en la liga más seguida del planeta, el futbol inglés despierta pasiones en muchos casos superiores a las ligas locales.
Muchos dirán que este seguimiento viene dado por la forma de jugar, por contar con grandísimos futbolistas y con los mejores entrenadores del mundo. No les falta razón; sin embargo, como oriundo de un país con una liga muy potente, pero con menos seguimiento global como es la liga española, resalto otros condicionantes para que la “fiebre inglesa” se haya expandido.
La liga inglesa no vive ajena al mercantilismo salvaje que invade nuestro modo de vida en general y al futbol en particular. La Premier League ha sabido conjugar ese capitalismo con el respeto a los valores que hicieron de este deporte el más grande del mundo. Sólo en Inglaterra verás el respeto primigenio al balompié y el valor de saberse parte de una comunidad.
Cuando vemos cómo el resto del futbol se deja llevar por una deriva absoluta en la que los resultados (deportivos y económicos), priman sobre todo lo demás, Inglaterra es un soplo de aire fresco que nos conecta con el futbol de nuestra niñez, el que nos enamoró, el del olor a césped recién cortado, el del amor a un equipo que pasa de generación en generación.
En el fondo, creo que envidiamos el modo de vivir el futbol por parte de los ingleses, nos gustaría que este deporte fuese tratado con el mismo respeto en nuestros países que como lo tratan ellos. Sin embargo, las cosas no cambian, y si lo hacen es a peor, a despegar más aún a los clubes de sus comunidades, y mientras tanto… yo seguiré disfrutando y apasionándome con el futbol inglés desde el sur de la pérfida Albión . Espero que me acompañes en el viaje.
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